Belinda se hizo de fama por andar con puro “feo”, dicen que para poder sacarles más fácilmente la lana. ¡Imagínese! Anduvo con Lupillo Rivera, quien se tatuó su rostro en un brazo y cuando terminaron cubrió la imagen con una mancha negra. Luego anduvo con Christian Nodal, quien ya no le quiso dar el último pago para los arreglos dentales de la cantante y por eso lo dejó; otro “feo” explotado, a quien no le devolvió el anillo de bodas valuado en tres millones de dólares. Pues ahora si se vale gritarle a Belinda cuando la vean en la calle: «Hasta que te conocí uno con zapatos».
Y es que esta vez la cantante favorita de la 4T se amarró a Gonzalo Hevia Bailleres, un joven mexicano dueño de varias empresas y nieto de Tere y Alberto Bailleres, dueños de todas las tiendas Palacio de Hierro. Seguramente este joven ya empezó a soltar lana para los arreglos dentales de Belinda, para sus caprichos, para las fiestas con su madre y sus amigas. ¿A cambio de qué?
Pues de amor, no sean mal pensados. En redes sociales ya empezaron los comentarios, pues la comparación salta a la vista. Algunos internautas anotaron que «Gonzalo Hevia Bailleres se ve guapo, distinguido y parece que, si se baña diario, no como los otros». Otros han señalado: «Lo que hace Beli es parte del oficio más antiguo del mundo».
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