Luis Ramírez Baqueiro /
“Constancia: no del que comienza sino del que persevera…” – Leonardo Da Vinci.
Dos hechos han marcado las postrimerías de la conmemoración del 212 Aniversario del Inicio de la Guerra de Independencia en nuestro país, ambos hechos han surgido desde el ámbito legislativo.
Por un lado, las versiones difundidas en vídeo de Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, hablando de la posibilidad de actuar en congruencia con su pensamiento político, ante los evidentes e inminentes embates de lo que él ha denominado la “nomenclatura”, grupúsculo al interior de su movimiento transformador que intenta en todo momento combatirlo por su pensamiento y visión de estado. https://www.facebook.com/watch/?extid=CL-UNK-UNK-UNK-AN_GK0T-GK1C&v=1466155113460045
Monreal Ávila no es, ni será jamás un improvisado de la política, es por mucho junto a Marcelo Ebrard Casaubón, los políticos mejor formados de la denominada Cuarta Transformación.
Ambos formados bajo el ADN priista; ese que todavía en ellos, educó, preparó y formó líderes y estadistas, que, con visión de estado, buscaban en el ejercicio de la política transformar a su país por encima de intereses mezquinos y monopolios.
Enfrentado en su momento con el entonces presidente Ernesto Zedillo, Ricardo Monreal se sobrepuso a la negativa de hacerlo candidato a la gubernatura de su entidad, y de la mano del PRD, asumió el cargo con los vientos en contra.
A pesar de ello, el zacatecano ha sabido combatir y lidiar con las tempestades que nunca han sido a favor, más bien en contra, su determinación y convicción lo han llevado a confrontar visiones de estado, con el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que ha evidenciado el malestar del tabasqueño, quien sin la formación y preparación de este docto jurista, actúa con desdén, con soberbia e incluso pedantería para quien siempre ha expresado términos “respetuosos” a su investidura.
Lo cierto es que la relación con el movimiento que fundó y con el mismo presidente López Obrador está llegando a su fin, posiblemente la decisión de aprobar lo que como buenos corderos avalaron sus correligionarios en la Cámara de Diputados respecto a la Guardia Nacional (GN) sea la gota que derramará el vaso, y a partir de ahí venga el inminente cisma.
Pero lo cierto es que su congruencia política y su apego a sus convicciones lo hace ver grande a lado de un circo de enanos jugando a hacer política.
Del otro lado, en la Cámara de Diputados un peroteño mostró de qué se está hecho cuando se actúa con decoró, pero sobre todo con congruencia política, y no por beneficio propio como hicieran otros legisladores que hoy mostraron a quien sirven.
Pepe Yunes Zorrilla, voto en contra de la determinación por demás ominosa de Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas y sus huestes de diputadas y diputados entreguistas que, por salvarlo de la cárcel, militarizan digan lo que digan al país con la presencia por más tiempo de la GN.
Esa que se comprometieron desde su formación a tenerla en las calles por tiempo determinado, y no por tiempo indefinido como solo les faltó poner en la iniciativa que aprobaron.
Hoy México debe agradecer la congruencia política al menos de este par de políticos, que desde sus trincheras, anteponen intereses particulares a los intereses de la nación, y eso en tiempos de la 4T, la verdad que se agradece.
Al tiempo.
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