El tono altanero, de reproche y regaño de López Obrador en sus spots del 4º Informe de Gobierno. Se enoja porque no le creemos

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El tono altanero, de reproche y regaño de López Obrador en sus spots del 4º Informe de Gobierno FOTO: GOBIERNO DE MÉXICO
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Armando Ortiz / Ya escuchó los spots que anuncian el Cuarto Informe de Gobierno del presidente López Obrador. Alguien de su equipo le dijo que debería alzar la voz y que debía imponer en su mensaje un tono de reproche y regaño, dirigido a esos millones de mexicanos que se niegan a ver los “grandes beneficios” de la Cuarta Transformación. Y como no negarse a creer si el presidente sale a decir que el Aeropuerto internacional Felipe Ángeles, hoy convertido en una central camionera, es de “clase mundial”, el más moderno de Latinoamérica. Cuando habla de los servicios de Salud el presidente se cree que los mexicanos no nos enfermamos y que por ello no nos damos cuenta de los pésimos servicios de salud que ofrece el Instituto de Salud para el Bienestar. López Obrador dice que hay atención médica, medicinas, hospitalizaciones. Pero la realidad es que en los hospitales civiles y en los de especialización, los pacientes deben comprar hasta el agua destilada para que le apliquen a uno una inyección. Ah, pero el presidente se enoja porque no nos damos cuenta que el suyo es mejor que los gobiernos neoliberales. Hasta presume su Guardia Nacional que quiere militarizar, cuando siendo candidato criticaba y repudiaba la militarización del país. No entiende el presidente que los enojados somos otros, los millones de mexicanos que votamos por él y que nos hemos dado cuenta que no sólo resultó ser igual a los otros, sino peor.

Ni el AIFA ni el Aeropuerto Internacional de la CDMX están entre los 10 mejores de Latinoamérica. El mejor es El Dorado de Bogotá

Dice López Obrador que el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles es el mejor aeropuerto de América Latina. Nada más falso. Vaya, ni siquiera el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México está entre los 10 mejores aeropuertos de Latinoamérica. De acuerdo con la consultora británica Skytrax, el mejor aeropuerto de América Latina es “El Dorado”, que se encuentra en la ciudad de Bogotá, Colombia. Este aeropuerto ocupa el lugar 35 entre los mejores aeropuertos del mundo. Bueno, hasta el aeropuerto de Quito, Ecuador, (posición 39 mundial), está mejor posicionado que los de México. Y por si fuera poco, el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en Lima, Perú, (posición 73 mundial), es el tercer mejor aeropuerto de América Latina. De acuerdo con Skytrax, para lograr estas posiciones “son considerados como el punto de referencia de calidad para la industria aeroportuaria mundial, evaluando el servicio al cliente y las instalaciones en más de 550 aeropuertos. La encuesta y los premios son independientes de cualquier control, influencia o aporte del aeropuerto”. ¿Cómo es que se atreve entonces el presidente a decir que un aeropuerto, que ha devenido a Central Camionera, es el mejor de América Latina? Pues porque el presidente “miente como respira”, usando las palabras que el mismo ha dicho.

Aunque no mató a ningún estudiante de Ayotzinapa, Murillo Karam podría pasar 80 años de prisión. Encubrió al Ejército y a otros criminales

Jesús Murillo Karam es un claro “chivo expiatorio”, uno de los más grandes en el gobierno de la Cuarta Transformación. Aunque Murillo Karam no mató a ningún estudiante de Ayotzinapa, su actuación al momento de procurar justicia es sumamente cuestionable. El juez que lo vinculó a proceso sabe que el exprocurador no asesinó, sin embargo, hizo todo lo posible por enturbiar la desaparición de los estudiantes, al tiempo que con su “verdad histórica” trató de encubrir al Ejército y a otras autoridades federales, estatales y municipales. En caso de encontrarlo culpable un juez podría sentenciarlo hasta 80 años de prisión. Por supuesto, Jesús Murillo Karam tiene ya 74 años, por lo que no parece que una sentencia de 80 años de prisión le meta mucho miedo, pues Murillo Karam tiene edad para solicitar, en caso de que sea sentenciado, a prisión domiciliaria; en una de esas pacta con la Fiscalía General de la República y hasta lo dejan ir los domingos a comer pato pekinés como a Emilio Lozoya. Por supuesto, el Ejército debería de abogar por el acusado, pues el mayor delito de Murillo Karam fue encubrir la participación del Ejército en la muerte de los 43 de Ayotzinapa; algo que muchos mexicanos siempre supimos.

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