La sabiduría de las abuelas rara vez se equivoca, por eso cuando decían que “la perra cuando es brava, hasta los de la casa muerde”. Este viejo refrán hace alusión a aquellas personas que maltratan o desdeñan a los que le han ayudado en el pasado. Este se cumple perfectamente con el ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien se le fue a la yugular a la actual mandataria morenista, Marina del Pilar Ávila. Resulta que el exgobernador, nada más espero a tener fuero al regresar al senado, para repartir catorrazos al por mayor.
Y es que el pasado martes, Jaime Bonilla acusó a la actual gobernadora de Baja California de presuntos acuerdos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que derivó en hechos de violencia en la entidad. En tribuna de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el senador de Morena aseguró que a la mandataria local le faltó oficio político y conocimiento de lo que estaba ocurriendo en la entidad.
Ya encarrerado, el legislador responsabilizó a las autoridades estatales, federales y municipales de no utilizar los mecanismos de inteligencia para prevenir lo que iba a pasar. Esto ocasiono, que el presidente de Morena convocara a los gobernadores de su partido para pronunciar su apoyo a Marina del Pilar. Por cierto, el golpe fue tan duro, que el presidente López Obrador, tuvo que salir a darle un espaldarazo a una gobernadora, que tiene mucho que demostrar en su propio estado.
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