El objetivo es desaparecer al PRI no al ´pobre´ de Alito

PRI
Alejandro Moreno (Alito) FOTO: WEB
*Layda actúa con toda la venía del Presidente rencoroso
*AMLO no perdona al Tricolor al que traicionó en 1988

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / ¿DE VERDAD creerá el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas que los ataques –fundados o infundados- de la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román son de “motu proprio”, esto es, ‘voluntariamente o por propia iniciativa’, y no producto de una acción concertada con el Presidente Andrés Manuel López Obrador que desea desaparecer al PRI, el partido que a mediados de la década de los 70 le dio la oportunidad de participar en política, siendo el primero contra quien violentó su afamado: no traicionar?. Porque AMLO, por si usted no lo sabía, inicio su carrera política a mediados de la década de 1970 cuando se afilió al PRI, para colaborar en la campaña del poeta Carlos Pellicer al Senado de la República, en representación del Estado de Tabasco, obteniendo la curul como candidato externo del PRI en las elecciones de 1976. De ahí pal real fue director de Estudios Sectoriales de la Secretaría de Promoción del Estado de Tabasco e impartió cursos de pedagogía en la Universidad Juárez Autónoma de aquel Estado, y estuvo al frente del Centro Coordinador Indigenista Chontal de Nacajuca, colaborando además con la Coordinación general del Plan Nacional de Zonas deprimidas y grupos marginados. Ya en 1977, López Obrador fue nombrado por el gobernador de Tabasco, Leandro Rovirosa Wade como delegado estatal del Instituto Nacional Indigenista (INI), encargo en el que se mantuvo por cinco años, destacando en sus funciones, en esos años de residencia en Nacajuca, por haber enseñado a los indígenas a cultivar la tierra en “camellones” sobre pantanos, vínculo que le redituaría apoyo en esa zona en los inicios de su carrera política. El 30 de marzo de 1980 se casó con Rocío Beltrán Medina, a quien conoció en la UAT un año antes, mientras daba clases de sociología en la escuela de ciencias de la educación sin estar aún titulado. En 1982 fue coordinador de la campaña de Enrique González Pedrero a la gubernatura de Tabasco por el PRI, y luego de tomar posesión, González Pedrero lo designó titular del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (CEPES) del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI. A principios de 1983 fue nombrado presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, cargo al que renunció en noviembre del mismo año por conflictos con algunos sectores del partido debido a las intenciones de López Obrador de “formar comités de base para transparentar el ejercicio presupuestal de las alcaldías”, por lo que algunos militantes acusaron que Andrés Manuel buscaba difundir ideas socialistas en las comunidades. En 1984 viajó al, entonces, Distrito Federal para asumir la Dirección de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor. Fue maestro en el Instituto de formación política del PRI, y coordinó el seminario Tabasco en el desarrollo político de México y la publicación El revolucionario tabasqueño. En 1988 se unió a la Corriente Democrática, una facción del Partido Revolucionario Institucional que se opuso al tradicional método de selección de la candidatura presidencial, a la eventual candidatura de Carlos Salinas de Gortari para las elecciones de 1988 y la nueva política económica neoliberal adoptada por el gobierno de Miguel de la Madrid, movimiento que se posicionó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, exgobernador de Michoacán y fundador de la facción junto a Porfirio Muñoz Ledo, consumando la traición al Revolucionario Institucional

DESDE ENTONCES, López Obrador ha buscado destruir al PRI, partido que ahora le estorba para sus planes reformistas, al aliarse con el PAN y el PRD, atajándole cambios a la constitución en materia eléctrica, energética y, próximamente, se seguridad y electoral al pretender, por una parte, militarizar los cuerpos de seguridad y, por la otra desaparecer al INE a fin de que el Gobierno morenista a su cargo o el que viene, tenga bajo su responsabilidad las elecciones Federales, en los Estados y las municipales, y de esa manera, como lo hizo el PRI en sus grandes momentos, apoderarse del País evitando perder comicios. AMLO no soporta la idea de que le lleven la contraria, y como Alito Moreno es considerado el artífice de la alianza opositora a MoReNa ha ordenado cargarle la mano para que se eduque, y el instrumento es la retozona Gobernadora de Campeche que sirve ciegamente a los intereses del tabasqueño, y que no quietará el dedo del renglón porque el objetivo no es Moreno Cárdenas sino el PRI de cara a la elección del Estado de México, el único gran bastión que le queda al “tricolor”, y acaso Enrique Peña Nieto también fue acalambrado con una investigación cuando aceptó reunirse con panistas en Madrid para fortalecer la alianza en aquella Entidad donde nació.

POR ELLO, aunque el priistas ya denunció a Layda Sansores ante la Fiscalía General de la República por haber incumplido un mandato judicial –emanado de un juez Federal- que la obligaba a no compartir audios que involucren a Moreno, a la Gobernadora le viene valiendo un cacahuate, a sabiendas que actúa por consigna del poder, y en ese tenor, seguramente, seguirá difundiendo audios del dirigente tricolor que ya no siente lo duro sino lo tupido, en tanto el ex partidazo se sigue yendo al despeñadero. Y es que el luego de que el pasado martes 19, el priista informó que un amparo procedió a su favor para evitar la difusión de audios que lo involucren, ese mismo día Layda Sansores en su programa La Hora del Jaguar volvió a las andadas, sabedora de que cuenta con el respaldo presidencial, y aunque Moreno dé a conocer que denunció ante la Fiscalía General de la República a la gobernadora de Campeche, a esta parece no importarle.

VAMOS, ES tal el respaldo que tiene Layda desde las alturas, que ya anunció que tras la suspensión de la difusión de los audios en su programa Martes del Jaguar por un amparo promovido por Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI y ex gobernador de Campeche, impugnará la decisión del juez de Nuevo León. Sin mencionar el nombre del aludido, solo se dirigió a él como ‘el brother’ en sus redes sociales. Moreno informó que recibió el amparo el miércoles 20 de julio. Pero insistimos, Layda no actuaría como lo hace, si no tuviera la venia del Presidente Andrés Manuel López Obrador que solo por un momento, y como para lavarse las manos, dijo no estar de acuerdo con el cateo realizado a la residencia de Alito en Campeche, donde fue derribada una puerta solo para exhibirlo en redes sociales en torno a cómo vivía, y de ahí en fuera ha guardado sepulcral silencio bajo el entendido de que el que calla otorga. Así de simple…OPINA [email protected]

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