Frena Cuitláhuac futurismo político; hasta 2023, dice

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El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez FOTO: FRANCISCO DE LUNA
- en Opinión

Arturo Reyes Isidoro / Tal como había ofrecido que lo haría, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez fijó su postura sobre el tema sucesorio para 2024: por ahora no tiene postura por lo que no se pronunció a favor de algún aspirante presidencial o a relevarlo en la gubernatura y de paso frenó a los secretarios de su despacho a que no se “vayan con la finta” y que no muevan “sus fichas”. Dijo que “fue una instrucción” que le dio.

No fue en domingo ni en una plaza pública, como había dicho el miércoles pasado que lo haría, sino el sábado cuando se manifestó, en una declaración en un restaurante de Xalapa y luego en un acto de su partido en un salón a la salida a Coatepec con motivo del cuarto año de la victoria electoral que le dio la presidencia.

Ahí les dijo a sus correligionarios “que conviene recapacitar un momento y no adelantarnos en la competencia interna por una candidatura” bajo un buen argumento: “Considero que es mejor no arriesgar la unidad del movimiento”.

Aparte, al abordarlo en un restaurante, reporteros le habían preguntado sobre la foto en que apareció en medio de Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum. Le preguntaron si ya tenía equipo para la presidencia y les respondió que ese tema “será para el próximo año”. Habló bien de los antes mencionados y justificó la ausencia de Marcelo Ebrard por el tema del Covid. Como insistieron, les expresó que “no tenemos por qué adelantarnos” y les pidió que le hagan la pregunta el próximo año “por estas fechas”. Para nada mencionó a Ricardo Monreal.

Incluso le preguntaron si va a terminar su administración. “Nosotros no adivinamos el futuro”, reviró. Comentó que están apurados por cumplir los compromisos que tienen.

En cuanto al proceso de su relevo, cuando le preguntaron en qué momento sus colaboradores podrían empezar a mover “sus fichas”, fue claro y contundente: “No, no pueden mover sus fichas, nadie”. Declaró que “nadie” le ha mencionado sus aspiraciones, que además tuvo una reunión con todos para decirles que no se vayan “con la finta” y darles la instrucción de que se concentren en los trabajos de la Cuarta Transformación.

Parece ya no estar seguro de alguien en particular

La idea que dejaron sus pronunciamientos es que ya no está tan seguro de la candidatura de alguien en particular, en especial de sus pretendidas candidatas Claudia Sheinbaum a la presidencia y Rocío Nahle a la gubernatura, y en el caso del relevo presidencial abrió mejor su abanico y mencionó por igual a los tres aspirantes con más posibilidades, dejando abierto el camino para sumarse a quien su partido designe.

Fue público que empezó a hacer equipo con la señora Sheinbaum desde que el diario Reforma reveló el 24 de septiembre de 2020 que formaban parte de un grupo que impulsaba a Porfirio Muñoz Ledo para que fuera el nuevo dirigente de Morena contra Mario Delgado y que incluso le estaban inyectando “recursos”. El año pasado aparecieron juntos en actos públicos e incluso se llegó a manejar que era el jefe de su precampaña.

Por eso sorprendió la foto que él mismo publicó en sus redes sociales la semana pasada donde se le vio no solo con su aliada sino ahora también con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, a quien el presidente estaría impulsando para sucederlo.

Pareciera que todo empezó a cambiar el pasado 21 de junio cuando el presidente lo citó y lo recibió en el Palacio Nacional, aunque lo mismo habría hecho con los demás gobernadores de Morena, a quienes presuntamente les habría recomendado: “No dejen de ver por Claudia, pero apoyen a Adán”.

Por lo que hace al relevo estatal, en el acto del sábado “A 4 Años de la #Victoria del Pueblo. Celebremos la Democracia”, el gobernador dijo de entrada que estaban tan contentos “de abrir Dos Bocas”, pero para nada se refirió a la señora Nahle, sino que su comentario iba enfocado al logro (a medias, hasta ahora) del presidente, de la Cuarta Transformación.

Igual, prácticamente desde que ganó la gubernatura en 2018 se empezó a manejar la idea de que sería la secretaría de Energía quien lo relevaría en 2024 y desde entonces se ha venido manejando la especie de que es la candidata del cuitlahuismo, pero su mensaje del sábado de no adelantarse en la competencia interna para no poner en riesgo la unidad dejó también abierta la puerta para salir a apoyar y a sumarse a quien decida su partido, o sea, el candidato presidencial y el presidente saliente.

El freno a la calentura de sus colaboradores se entendería que fue una instrucción que le dieron en el Palacio Nacional para no alentar falsas expectativas que desemboquen en resentimientos de quienes ni siquiera figuren entre los finalistas y que eso lleve a una división interna.

En “Prosa aprisa” del jueves pasado comenté que una versión que me habían dado sobre su visita al presidente el 21 de junio era en el sentido de que había sido para recomendarle que no dividiera al morenismo en Veracruz, que uniera, que no tomara partido por nadie, que le dijeron que la división no los ayuda ni

los ayudará de cara al gran compromiso que tienen de cara al 2024 y que pusiera por encima la “causa”, y lo que pasó el 29 de junio cuando ofreció no entrometerse en el proceso de renovación de la dirigencia estatal y lo que dijo y declaró el sábado parecen confirmar que así fue.

Lima Franco se deslindó a tiempo

De su equipo, de los aspirantes parece que el único que entendió la jugada o que estaba enterado de lo que le habrían recomendado fue el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, quien el jueves pasado, abordado sobre menciones en los medios a su presunta aspiración, declaró que “no es tiempo de pensar y hacer caso a esos comentarios”.

Aunque no de la corriente del palacio de gobierno, el delegado federal de Bienestar en el estado, Manuel Huerta, dijo el viernes también que apoyará a Morena, que los actuales “son tiempos de trabajo y no de futurismos electorales”.

Gómez Cazarín se pronuncia a favor de Rocío Nahle

Quien en cambio sí se pronunció, pero a favor de Rocío Nahle, aunque es el titular de otro Poder, fue el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín. El viernes en una reunión con periodistas de Xalapa dijo “que quien tiene más fuerza política en el estado de Veracruz para el cargo de gobernador es Rocío Nahle”.

De él se ha venido publicando que está convertido en una especie de jefe de campaña de la secretaría de Energía en el estado.

Sergio se aparece en el Carnaval y le gritan “¡Gobernador!”

Y mientras el cuitlahuismo estaba entretenido en lo suyo, otro aspirante de Morena a la candidatura al gobierno del estado, Sergio Gutiérrez Luna, se apareció la noche del sábado y ayer domingo en el Carnaval de Veracruz y ante la algarabía del pueblo jarocho recibió el grito de “¡Gobernador! ¡Gobernador!”.

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados aprovechó muy bien la oportunidad que se le presentó y se paseó entre los asistentes, que festejaron con él, y ayer estuvo también en una grada disfrutando el paseo, desde la que recibió aplausos y saludos de muchos de los concurrentes.

Extrañó que nadie del gobierno del estado aprovechara también para pasearse y muestrearse, lo que no se explica a menos que hayan tenido temor de que los abuchearan.

Los que sí encabezaron ayer por la tarde-noche el tercer desfile fueron los alcaldes panistas Paty Lobeira y Juan Manuel de Unánue, de Veracruz y Boca del Río, respectivamente.

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