Los analistas coinciden, la refinería Olmeca de Dos Bocas no entrará en operaciones durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Dejará el gobierno el actual presidente y ni un litro de gasolina saldrá de Dos Bocas. Resulta patético ver a la horda de chairos descerebrados defendiendo la inauguración de la primera etapa constructiva de la refinería; señalan que así es en todos los países, primero se inaugura la obra negra, después se echa a andar la obra.
Pues ya terminaron con su montaje de inauguración y el presidente ya ordenó a las secretarías de la Defensa, Bienestar, Medio Ambiente y Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, así como el del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), para que se enfoquen en la próxima “inauguración”, el Tren Maya.
De acuerdo con la editorial Bajo reserva de El Universal, «el Ejecutivo repartió tareas y responsabilidades para que la obra marche sin contratiempos mientras se resuelve el litigio en el Tramo 5, Playa del Carmen-Tulum. El Mandatario, nos cuentan, les expresó su confianza en que, pese a los amparos contra la obra, habrá inauguración en diciembre de 2023». Este listo el Tren Maya o no, el presidente lo va a inaugurar, como lo hizo con el AIFA, como lo acaba de hacer con Dos Bocas.
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