Armando Ortiz / Que no venga el presidente López Obrador a echarle la culpa a los demás por los crímenes que ha cometido José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”. Este sujeto no operaba en los tiempos de Felipe Calderón y en los tiempos de Enrique Peña Nieto era un criminal de poca monta. Fue durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador que este sujeto se empezó a empoderar, trabajando para el Cártel de Sinaloa. En 2017 “El Chueco” llegó a la sierra Tarahumara para hacerse cargo de la tala ilegal de árboles. Fue un año después que este criminal se puso a las órdenes del grupo de “Los Salazar”, un brazo armado del Cártel de Sinaloa. A José Noriel Portillo Gil, “El Chueco” se le señala como responsables del asesinato de Miroslava Breach, así como del activista Cruz Soto Caraveo y el turista Patrick Braxton. Todo 2019, 2020, 2021 y parte del 2022 ha estado “El Chueco” operando para el Cártel de Sinaloa en la sierra de Chihuahua. Vale recordar que debido a las visitas que ha realizado el presidente a Badiraguato, Sinaloa, ya sea para saludar a la madre del Chapo o para abrir caminos, es que se ha mencionado que el presidente está favoreciendo a este cártel. Si a eso sumamos la liberación de Ovidio Guzmán y las acusaciones de cómo operó el Cártel de Sinaloa para poner al gobernador actual, entonces se podría entender por qué “El Chueco” ha estado operando en estos años con tanta impunidad.
“Hay tantos asesinatos en México”, dice el papa Francisco. AMLO se le va a ir encima, lo acusará de conservador, dirá que tiene otros datos
¡Cómo se atreve el papa Francisco a contradecir la realidad del presidente Andrés Manuel López Obrador! El papa Francisco lamentó el artero asesinato de dos jesuitas en el estado de Chihuahua por un sujeto que ha estado generando violencia en la zona desde hace bastante tiempo. En un mensaje grabado y dirigido a sus feligreses, el papa Francisco expresó: “Hay tantos asesinatos en México. Estoy cerca, en afecto y oración, de la comunidad católica afectada por esta tragedia”. Vale mencionar que los dos jesuitas fueron abatidos cuando en el interior de su templo cuando intentaban proteger a un guía de turistas que entró pidiendo ayuda. El presidente López Obrador, gran defensor de los derechos humanos de los delincuentes, se limitó a decir que el asunto ya se está atendiendo, y que lo importante en este momento es recuperar los cuerpos de los dos jesuitas y del guía de turistas, pues los delincuentes se los llevaron. Antes los dichos del papa Francisco, miembro de la orden de los jesuitas, se espera que el presidente lo recrimine, quizá acusándolo de intervencionista, acusándolo de conservador, señalando que no “hay tantos asesinatos en México”, y que él tiene otros datos.
Hijo de Miguel de la Madrid critica el gobierno de López Obrador y los chairos, como marabunta, se le van encima
Enrique de la Madrid, quien durante tres años fuera secretario de Turismo de Enrique Peña Nieto fue entrevistado por María Scherer para Latinus. El tema que escogió la hija del fundador de Proceso, Julio Scherer, fue el futuro de México. Después de la entrevista Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid, publicó el siguiente Twitter: “¿Qué nos une? Salvar a México. Renovemos el modelo económico, uno más justo y equitativo, una democracia que dé más resultados. Van cuatro años de crecimiento económico negativo, 120 mil homicidios; un país polarizado y múltiples crisis. Es momento de ver por un rumbo más seguro”. Esto bastó para que la jauría de chairos, apoyadores ciegos de López Obrador, se le fueran encima. Enrique de la Madrid ha figurado como uno de los presidenciables del PRI, quien podría encabezar la alianza de la oposición. Sin embargo, algunos lo han comparado con Samuel García, gobernador de Nuevo León, es decir, un junior descerebrado que sólo aspira llegar al poder como si de estatus social se tratara. Desde este momento, cualquiera que figure para disputar la presidencia de México a los candidatos de Morena se expone a que las hordas de chairos se pongan a morderles los tobillos. Así de perra la chairada.
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