Monreal desafía política de seguridad de abrazos no balazos y dice que «es momento de revisar la estrategia»

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Ricardo Monreal Ávila FOTO: WEB

En los años ochenta, Colombia tenía puestos los grilletes del terrorismo y la corrupción. Los grandes carteles, especialmente el de Medellín, desafió abiertamente al Estado, la fuerza pública, la justicia, al periodismo y partidos políticos. Nadie podía considerarse a salvo de los disparos de sus sicarios suicidas o de los cheques corruptores de sus cuentas bancarias escondidas. A ese proceso de violencia se le llamó colombianización. Hoy México parece estar pasando ese proceso, sin embargo, lo preocupante es que el Ejecutivo federal ha minimizado asombrosamente este sangriento proceso.

Prueba de ello es el asesinato de dos sacerdotes jesuitas por el crimen organizado hace apenas unas 72 horas. Por tal razón, Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jocopo) del Senado de la República, advirtió que es momento de reflexionar y de revisar la estrategia de seguridad: «Es momento de reflexionar en el Congreso y de revisar, con toda seriedad, el plan de seguridad en el que los senadores tenemos la obligación constitucional de hacerlo».

El líder de Morena en la Cámara Alta condenó el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua y expresó su pesar y condolencias por la pérdida de vidas en el país. Tenga por seguro que esta petición no será nada del agrado del presidente, quien se ha empeñado en una política de seguridad basada en «abrazos no balazos».

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