Decían las abuelas que, para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo, en algunas ocasiones significa que cuando las partes comparten un mismo origen, existen entre ellas mayores niveles de equilibrio, equidad y mejor entendimiento; sin embargo, también puede significar que comparten el mismo origen, pero que pueden tener un fuerte enfrentamiento casi al parejo de circunstancias. Eso es lo que pasará entre Claudia Sheinbaum y el canciller Marcelo Ebrard para conseguir la anhelada postulación a la presidencia de la República por parte de Morena.
Al menos la jefa Gobierno de la Ciudad de México ya tomó nota que el enemigo a vencer será Marcelo Ebrard, ella misma fue testigo al escuchar en su propia cara los gritos de «¡Marcelo Presidente!» en la explanada del Teatro Morelos en Toluca, Estado de México. De modo que la guerra por la postulación morenista ha comenzado, tenga por seguro que las descalificaciones y guerra de lodo estarán presente en Morena a todo lo que da.
Por cierto, el que se ha visto muy mesurado y agazapado es el senador Ricardo Monreal, sin embargo, no hay que perderlo de vista, ya que puede dar el salto en cualquier momento y meter en aprietos a la jefa Gobierno de la Ciudad de México, sobre todo porque el zacatecano ha criticado duramente el método de las encuestas cuchareadas que promueve la consentida de «ya saben quién».
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