López Obrador lo puede seguir negando; López Obrador puede seguir atacando a los periodistas que dieron a conocer la casa de su hijo José Ramón López Beltrán en Houston, pero él sabe que la “Casa Gris” lo perseguirá por el resto de sus días, así como la “Casa Blanca” persiguió a Enrique Peña Nieto el resto de su sexenio y más. Raúl Olmos detalla en su libro La Casa Gris. Todo lo que revela el mayor escándalo obradorista, cómo fue el proceso de investigación que lo llevó a encontrar las propiedades escondidas de José Ramón López Beltrán, sus vínculos con Alejandro Esquer, secretario particular de López Obrador, quien le ha manejado las finanzas desde hace más de dos décadas.
Curiosamente la hija de Esquer, Carmelina Esquer Camacho, se mudó al mismo tiempo que José Ramón López Beltrán a Houston, siendo ella la directora de Pemex Internacional, es decir la encargada de otorgar contratos a empresas como Baker Hughes, la que empresa petrolera que le arrendó la casa a Carolyn Adams y a José Ramón López Beltrán. Todos esos vínculos se van descubriendo y llevan a una red de corrupción que tiene la aquiescencia del presidente de México, quien por cierto va a negar hasta la muerte que en su familia haya corrupción.
En la contraportada del libro se lee: “Lo más importante del libro La Casa Gris es que descubre y resume un modo de operar y de gobernar. Las irregularidades en torno a la mansión de Houston son prácticamente las mismas que se han documentado en otros escándalos de Morena y el círculo íntimo del presidente”. Ya hay que ir apartando nuestro ejemplar antes de que el gobierno de López Obrador compre todos para quemarlos.
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