Fraudes y engaños en torno al desdeñado avión presidencial

Avión
Andrés Manuel López Obrador y el avión presidencial FOTO: WEB
*Que lo compraría Argentina, País más amolado que México
*AMLO estaría dispuesto a entregarlo a los ches en paguitos

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / DESDE SU arribo al Poder Ejecutivo Federal en Diciembre del 2018, el Presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo su promesa de vender el avión Presidencial “José María Morelos y Pavón”, una aeronave Boeing 787-8 matrícula XC-MEX equipada con diversas instalaciones ejecutivas. Y es que tras 19 años de servicio presidencial, diputados y senadores coincidieron en que era urgente una renovación del antiguo Boeing 757, bautizado como “Presidente Benito Juárez”, adquirido en el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado, pero ante el anuncio de la compañía Boeing que daba por terminada la construcción del modelo 757 lo cual encarecería el mantenimiento y las refacciones de ese modelo, se optó por un Boeing 787 Dreamliner, una aeronave que por sus características consume menos combustible que otras naves de su ramo y cuenta con una autonomía de 8 mil 500 km. El 9 de octubre de 2014 aterrizó solo por 4 horas en la Base Aérea Militar No. 1 Santa Lucía para después volar a Dallas, Texas, donde se terminó su construcción y equipamiento. Se le dio el identificativo XC-MEX / TP-01.13, cuenta con certificación IFR y es considerado el mejor avión de América latina, además de que tiene capacidad para 230 pasajeros entre los que se encuentra la tripulación, así como un baño completo, una recámara y una oficina para el presidente y su esposa, pero el “austero” López Obrador dijo que no, que no se subiría y lo puso a la venta creyendo que sería como ofertar garnachas, chanchamitos o tlayudas, y vaya que se llevó una sorpresa: nadie lo quiso por caro, ni siquiera los socios comerciales: Canadá o Estados Unidos, y comenzó así la gastadera por razones de mantenimiento, ya que permanecía parado y sin uso.

EN ESE tenor, y dadas las políticas de austeridad del gobierno de López Obrador, el Boeing 787-87 salió de territorio nacional el 3 de diciembre de 2018, dos días después de asumir el poder para buscar un comprador, y en Enero de 2020, tras no conseguirlo regresó a México. No era tan fácil lograr comprador un avión modificado a capricho de sus predecesores en la presidencia, y en un mercado tan pequeño, el costo de acondicionarlo para que pueda volar de manera comercial era tan grande que resultaría difícil atraer a personas interesadas que hicieron ofertas, que las hubo, pero no por los 130 millones de dólares que pedía el gobierno mexicano, sino por 60 o 70 millones.

FUE ANTE semejante fracaso que al Presidente López Obrador y sus sesudos asesores se les ocurrió rifarlo, lo que fue posible el 15 de Septiembre del 2020, aunque se aclaró que el ganador no se llevaría a casa el lujoso avión presidencial, pues en realidad lo que se puso en juego fue el equivalente en dinero al valor actual de la aeronave, esto es, 100 premios ganadores de 20 millones de pesos cada uno (alrededor de 95 millones de dólares en total al cambio en la actualidad), pero ante el ritmo de venta menor al esperado, el gobierno decidió comprar cerca de 1 millón de billetes para repartir entre centros médicos con la condición de que el dinero, en caso de ganarlo, lo inviertan en mejorar sus condiciones, es decir, el gobierno gastó su propio dinero para que los hospitales pudieran optar por un premio -financiado, por otro lado, también con recursos del Ejecutivo-, en lugar de destinar directamente esa cantidad al sector de salud y no hacerlo depender del azar. El mecanismo fue calificado en ese entonces como “un show total”, según palabras de Duncan Wood, director del Mexico Institute en el Wilson Center, mientras que BBC Mundo enfatizaría: “la idea de sacar beneficios para el sistema de salud mexicano no es mala, el problema es que el gobierno debería poner los recursos financieros sin necesidad de una rifa”.

HAN PASADO casi 2 años de aquella farsa de la rifa del avión sin avión que, sin embargo, generó beneficios económicos a la administración Federal, por lo que el coordinador de los senadores de Acción Nacional, Julen Rementería del Puerto ha denunciado que la Rifa del Avión Presidencial fue un fraude al erario público de 1 mil 823 millones de pesos, y a la fecha ninguna institución del Gobierno federal se hace responsable de la existencia y destino final del recurso. “A la fecha ni Lotería Nacional, ni las secretarías de Salud, Educación Pública, Hacienda y ni el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se hacen responsables del destino final de los 1 mil 823 millones de pesos obtenidos de la rifa del avión presidencial, solo se conocen dos escuelas que han podido aplicar parcialmente los recursos, esto es una estafa aérea”. De esa manera, en la localidad de Aramberri en Nuevo León, un colegio ocupó su premio para realizar dos salones y un domo; y la otra ubicada en Chiapas, donde el crimen organizado obligó a los padres de familia a comprar armas con dicho premio.

AHORA, TRAS la fracasada venta y la fraudulenta rifa del afamado avión presidencial, el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que el TP-01 se podría vender en paguitos al Gobierno de Argentina, un País mucho más pobre y endeudado que el nuestro, considerando que mientras el Producto Interno Bruto de México ascendió a 1,08 billones de dólares, en tercer lugar se situó Argentina, con un PIB de alrededor de 388 mil 300 millones de dólares. Sin embargo, las naciones que tienen una tasa de pobreza más alta en Latinoamérica son México (46,2 por ciento), seguido de Venezuela (27,3 por ciento), Argentina (28,7 por ciento) y Colombia en 28,2 por ciento). Solo estos cuatro territorios suman 93,4 millones de personas viviendo en bajas condiciones económicas.

COMON FUERA, López Obrador indica que debido a que el avión presidencial de Argentina ha llegado a su vida útil, el gobierno de México le ofreció el TP-01 adquirido por Felipe Calderón. Y es que a 3 años y 6 meses del inicio del proceso formal de venta de la aeronave, el mandatario nacional refiere que el Boeing 787-8 Dreamliner tiene un avaluó de 110 millones de dólares, por lo que confió en que pese a los 30 millones de dólares que Argentina reservó, pueda efectuarse la operación mediante varios paguitos. “Todavía no descartamos que puedan dar los 30 millones de dólares y paguen en plazos el resto, pero son de esos negocios de la época faraónica”, dice. Sin embargo, apenas en Enero de este año, Argentina llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que lo mantenía al borde del abismo. El presidente Alberto Fernández anunció, finalmente que su Gobierno alcanzó una solución “posible y razonable” para un “problema gravísimo y urgente”. Según lo acordado, el FMI refinanciará durante los próximos dos años y medio los vencimientos de capital e intereses de los 44 mil millones de dólares que Mauricio Macri recibió como salvataje financiero en 2018. Argentina obtendrá el dinero de las cuotas por una ventanilla del multilateral y lo depositará en otra. A cambio, se compromete a reducir el déficit fiscal al 0,9 por ciento del PIB en 2024, una meta que deberá cumplir para que no se interrumpan los desembolsos. ¿Y con todo y ello, AMLO cree que los argentinos pueden comprar el avión Presidencial en medio de dificultades y pobreza? A ver qué pasa…OPINA [email protected]

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