El Templo de Hermosa Provincia en Guadalajara, considerado como el Vaticano de la organización mexicana religiosa llamada Iglesia de la Luz del Mundo, se cimbró desde sus bases cuando escuchó que su hijo amado Naasón Joaquín García, «el más puro de los puros», el considerado «apóstol de Dios», era condenado a pasar tras las rejas, 16 años y ocho meses de cárcel, por el delito de abuso infantil. De la boca de cinco denunciantes, casi todas menores de edad al momento en que ocurrieron los abusos denunciados, salieron las siguientes frases: «Abusaste de mí de las maneras más enfermas posibles», «me destruiste la vida», «era una niña», «me violaste y abusaste de mí por tanto tiempo», «me despojaste de mi dignidad».
Tal fue la indignación y enojo al escuchar las víctimas durante la audiencia, que el juez Ronald Coen dijo: «Les pido disculpas, mis manos están atadas, solo me resta decir, (levantó la vista, miró a Naasón Joaquín García y soltó la lapidaria frase: “Usted es un depredador sexual”».
Pues por lo pronto, tenga por seguro que los altos jerarcas de la Luz del Mundo ya están adoctrinando a sus feligreses con el cuento de que el encarcelamiento del supuesto «apóstol de Dios», es sólo una prueba del señor para reafirmar la fe de un hombre que en estos momentos está viviendo un verdadero infierno. Por cierto, el vocero y abogado Silem García, miembro de esta secta, dice que a su guía espiritual le negaron un juicio justo. ¡Por favor!, si le salió barato, varias voces pedían cadena perpetua para Naasón Joaquín García.
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