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Tratan de limpiar la cara de una fiscal espuria, mentirosa e inepta. Verónica Hernández Giadáns debe renunciar

“Queremos más mujeres con las agallas de nuestra fiscal”, dice un cartel que anda circulando en las redes sociales. La urgencia de difundir ese cartel no es la respuesta a una campaña de desprestigio en contra de Verónica Hernández Giadáns, el desprestigio se lo ha ocasionado ella misma ante la ineficacia de su gestión al frente de la Fiscalía de Veracruz. Todo le sale mal, desde las detenciones arbitrarias hasta los comunicados falsos. La fiscal de Veracruz es espuria porque llegó mediante un proceso viciado; pasaron por encima de la ley, por encima de la decencia para imponer a una edecán cualquiera como encargada de la procuración de Justicia en Veracruz.  

Ha quedado demostrado que la fiscal en mentirosa pues inventa acusaciones, inventa culpables, inventa víctimas, inventa aprehensiones y hasta las comunica de manera oficial. Verónica Hernández Giadáns es inepta porque después de más de dos años al frente de la Fiscalía, Veracruz sigue siendo un estado feminista, un estado donde se sigue asesinando a periodistas; Veracruz fue el estado donde se impuso el delito “ultrajes a la autoridad” como una estrategia para quitarse de encima a los adversarios políticos.  

Por eso urge lavarle la cara a una fiscal que ha navegado en los pantanos de la corrupción, la mentira y la ineficacia. Pero la realidad es contundente, y aunque intenten llamarla legítima, los veracruzanos sabemos que ella sigue siendo espuria. #VeronicaHérnandezGiadánsDebeRenunciar. 

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