El gremio de taxistas ha sido uno de los sectores laborales más golpeados por las crisis y por los mismos gobiernos que cada fin de sexenio entregan placas de taxi a mansalva. Al final el patrimonio que algunos taxistas legítimos tenían con su concesión de placas de taxi se devalúa año con año. Por ejemplo, en Xalapa, hace 15 años, unas placas de taxi se llegaban a venderse hasta en 600 mil pesos; había quien los pagara. Pero en este 2022 esa inversión se perdió. Unas placas de taxi en Xalapa ronda en unos 50 o 60 mil pesos. A pesar de ello, golpeados en cada sexenio, los taxistas se prestan para apoyar a los gobiernos en turno para sus fraudes electorales.
En redes sociales, desde hace unos días, se han mostrado evidencias de como grupos de taxistas ofrecen su servicio gratuito parta llevar a las personas a votar a la consulta de Revocación de Mandato. En otras votaciones los taxistas hasta actúan de mapaches, ofreciendo dinero a cambio por el voto para el partido en el poder.
No entienden los taxistas que a los gobiernos les conviene mantenerlos “jodidos” para así tener mano de obra barata para consumar sus fraudes electorales. Pero, como dicen en mi pueblo, “el hambre es canija” y muchos de estos taxistas, con tal de ganarse 500 o hasta mil pesos en un día, se prestan para este tipo de acciones que a futuro los van a tener más “jodidos”.
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