Marlon y Arianna: sepultureros del PRI Estatal

Marlon
Arianna Ángeles Aguirre y Marlon Ramírez FOTO: WEB
*Ordena CEN auditoria por desfalco y aviadores
*Yunes-Piñón: obligados a rescatar lo que queda

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / JOSÉ FRANCISCO Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Lorena Piñón, combinados con la vieja guardia como Felipe Amadeo Flores Espinoza, Flavino Ríos Alvarado, Carlos Rodríguez Velazco, Rosa Luna Hernández y Silvia Domínguez deberían darse a la tarea de rescatar al PRI, o lo que queda del ex partidazo que al menos en Veracruz se encargaron de sepultar el duartista Marlon Ramírez Marín, presidente del CDE y su secretaria general, Arianna Ángeles Aguirre, si desean en el 2024 postular candidatos ganadores a las diputaciones locales y Federales que salgan de verdaderas consultas y no de compromisos intramuros o subrepticios, porque en ese año también estarán en juego curules en el Senado y la Gubernatura, y al paso que va el Revolucionario Institucional lo más seguro es que termine de colita de león y ni siquiera cabeza de ratón. Y es que el PRI comenzó su declive desde que el nefasto ex gobernador Javier Duarte de Ochoa impuso como dirigente Estatal a Erick Lagos Hernández, un joven oportunista que paso de lo verde a lo podrido, y cuyo principal objetivo era engrosar la incipiente fortuna que por entonces ya acumulaba, y que lo hizo propietarios de ranchos, residencias y otros bienes endulzando el oído al, ahora, inquilino del reclusorio Norte, y terminó cavando su sepultura cuando en 2019, con el apoyo de Carlos Brito Gómez y algunos ex duartistas, Marlon Eduardo Ramírez Marín y Arianna Guadalupe Ángeles Aguirre dizque ganaron la contienda ya sin un gobierno priista, imponiéndose a Adolfo Ramírez y Silvia Domínguez López; Carlos Aceves Amezcua y Marilda Elisa Rodríguez Aguirre, y a Damara Isabel Gómez Morales y Eligio Morales Fuentes, que para el caso habría sido lo mismo, salvo contadas excepciones como la maestra Silvia Domínguez López y Eligio Morales Fuentes que son gente de convicción, y a quienes realmente preocupa el “tricolor”.

HACE ALGUN tiempo alguien sugirió a los Yunes Zorrilla-Landa que era urgente un cambio en el PRI, esto es, promover la renuncia de Marlon tras los incipientes resultados en las pasada elecciones, pero ambos se mostraron institucionales y respetuosos de los tiempos, tal vez para dar espacio a lo que, sin duda, ya es un desastre que ha motivado que el Comité Ejecutivo Nacional vuelva la mirada a Veracruz ante la denuncia de empleados a los que no se les han pagado salarios desde hace varias quincenas o meses, empleadas que son acosadas laboralmente para que renuncien o recursos mal utilizados como el pago a “aviadores” cercanos a Ramírez Marín o a su familia política, amén de amigas y reinis como en los tiempos más aciagos de Erick Lagos con la anuencia de Javier Duarte de Ochoa, en tanto se descuidó lo elemental como es el proselitismo, la capacitación ideológica e invitación a nuevos cuadros.

POR ELLO decíamos recientemente que tras los presuntos abusos y excesos perpetrados por el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, y su secretaria general, Ariana Ángeles Aguirre, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI lamenta la ausencia de liderazgo, la mala conducción del partido, las presuntas alianzas con Morena y el cuestionado manejo de las prerrogativas que han puesto a ese partido en la peor crisis política y financiera de su historia en Veracruz, y acaso por ello un equipo de auditores revisará las finanzas del Comité Estatal, pues hasta las oficinas de Alejandro Moreno Cárdenas ha llegado un sinnúmero de denuncias de militantes que acusan a Marlon y Arianna de desvío de recursos para favorecer a aviadores y hacer uso personal de las finanzas partidistas, pues entre las irregularidades exhibidas por empleados priistas destaca que Arianna Ángeles, la Secretaria General del PRI (Prima de Marlon Ramírez) tiene como aviadoras en la nómina de ese partido a sus dos nanas, María Victoria Ceballos, con un sueldo de 23 mil pesos, y Diana Castillo con 10 mil 500 pesos, así como a una fotógrafa, Lucero Gómez Santos que no trabaja en el PRI, sino en el Congreso del Estado, con un salario de 10 mil pesos. En la lista también denuncia a Liliana Villa Zárate, cuñada de Arianna y esposa de su hermano Alain Álvarez, quien fue candidato perdedor a la Presidencia Municipal de Tlalnelhuayocan en las pasadas elecciones, quien esta con un sueldo de 15 mil pesos, así como al esposo de Arianna, Gustavo Landa Cabrera, –pese a que hasta hace poco era regidor y militante del PRD y estaría vinculado a los millonarios desfalcos del ex alcalde perredista de Emiliano Zapata, Daniel Olmos–, quien fue impuesto por su cónyuge como regidor en ese municipio.

OTROS CASOS que serán investigados por instrucciones del campechano, Moreno Cárdenas es la presunta existencia de denuncias por violencia de género, además de que a casi 200 trabajadores no les habían pagado tres quincenas seguidas ni prestaciones de fin de año. Los únicos que cobran puntualmente sus jugosos sueldos son 68 incondicionales de Marlon y Arianna, entre “vacas sagradas” del periodismo y la política, aduladores y familiares que ni siquiera laboran en el edificio de Ruiz Cortines y Francisco Moreno. Por ello los empleados y trabajadores exigen la salida de Marlón y Arianna, no sin antes ser auditados y denunciados penalmente en caso de resultan responsables de los quebrantos que enfrenta ese instituto, lo que le mantiene, tácitamente como la tercera fuerza política en el Estado con riesgo de irse a la cuarta ante el avanza de Movimiento Ciudadano que no cesa de hacer campaña previo a los comicios que en 2024 serán de pronóstico reservado.

POR ELLO al principio indicábamos que políticos experimentados, y no cuestionados como José Francisco Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa y Lorena Piñón, combinados con la vieja guardia como Felipe Amadeo Flores Espinoza, Flavino Ríos Alvarado, Carlos Rodríguez Velazco, Rosa Luna Hernández y Silvia Domínguez deberían asumir la responsabilidad de rescatar al PRI del inminente colapso que se avecina para los años por venir, ya que se está a tiempo de poner ejemplos de combate a la corrupción auditando a la actual dirigencia Estatal y en caso de resultar responsable de algún saqueo o pago a “aviadores” se les denuncie, y se envíe de esa manera un mensaje de cero impunidad a los corruptos, que es lo que desea escuchar la militancia pero con pruebas contundentes. Por ello, ya que el dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas dio el primer paso para poner orden en el comité Estatal al anunciar una auditoria a la gestión de Marlon Ramírez Marín y Ariana Ángeles Aguirre, lo siguiente sería darle seguimiento y comenzar a reorganizar las bases o lo que quedan de estas, pues de 500 mil que era el voto duro de ese partido en el Estado ahora solo quedan alrededor de 200 o 150 mil por culpa de una dirigente que llegó a servirse y no a servir a la militancia. Asi se simple. OPINA [email protected]

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