Irineo Domínguez Méndez / Tal vez tenga boca de profeta el gobernador al predecir que: “primero desaparece el PAN de Veracruz que su gobierno”. Esto viene a colación porque el TEV, nuevamente, se presta al escrutinio público de quienes gustan estar enterados de la coyuntura política que vive nuestro Estado. El cuestionado tribunal, presidido por un presunto guatemalteco, ha anulado la elección interna de los panistas y, con ello, abona a la desacreditación de este partido y a su división EN DOS FAMILIAS.
Para quienes entienden de la praxis política, saben que la lucha por el poder tiene como finalidad obtenerlo y sostenerlo; es una guerra constante, como lo dice Max Weber. En la lucha intestina de los dos grupos que encabezan las principales fuerzas panistas, uno ya consiguió todo, incluso la gubernatura; el otro iba por buen camino, pero se perdió en acuerdos, que se presumen bastante turbios, a lo que se sumaba la pérdida de la presidencia estatal.
Con la anulación, uno de los competidores manifiesta que “el PAN no es de una familia o de un grupo”. Entonces, es de dos, el representa a una de ellas. Los cotos de poder de los dos grupos preponderantes se comprueban con los triunfos que cada uno de ellos obtiene en sus respectivos distritos electorales y bastiones regionales. En la zona centro es la encabezada por la familia Yunes; en la zona norte está representada por la familia Guzmán.
Se ha rumorado que el grupo encabezado por el excandidato a presidir el PAN estatal tiene nexos con el gobierno actual; es decir, que “acuerda” con dicho gobierno. Lo que me hace recordar una manifestación de Domingo Alberto Martínez Reséndiz, ex presidente del PRD; quien contestó a una indirecta de otro militante de ese partido, al decir este: “Tu acuerdas en lo obscurito”, teniendo como respuesta de Domingo: “Házmela buena, que acuerde, porque de eso se trata la buena política, de acordar”. Con lo anterior, se refirió que la política se trata, también, de acuerdos y desacuerdos, no de pelear a lo pendejo. El riesgo que se corre es caer en tentaciones cuando se “acuerdan intereses personales”. Riesgo que dicen toma el exlíder del panismo, quien es conocido bajo el mote de “el chapito”.
El TEV, ente electoral y elefante blanco que tenemos que mantener mientras no haya una reforma electoral que lo desaparezca, siguiendo líneas obscuras (seguimos con los acuerdos en lo obscurito) ha resuelto dividir más al PAN; volvió a amarrar navajas a los ex contendientes por la dirigencia estatal. Tan desacreditado está este organismo que muchos piensan – otros creen, otros desean -, que la Sala Regional o la Sala Superior revocará la resolución que ha emitido a favor del chapito. Si esto no sucediera, a lo cual le apuestan los adversarios políticos de este partido, el gobernador estaría muy cerca de ver realizado su pronóstico: que desaparezca el PAN antes que su gobierno”.
El premiado con la presidencia del TEV, sigue haciendo de las suyas para quedar bien con el gobierno estatal. El gobierno morenista está jugando muy bien sus cartas; continúa desmembrando a sus oponentes políticos utilizando todos los medios a su alcance. Las críticas que recibe a diario no le hacen ni cosquillas.
Todo lo anterior me recuerda – reconociéndole su sinceridad, que no cinismo, a Fidel Herrera Beltrán, quien dijo: “Es el pinche poder”. Manifestación que no es una máxima, pero que resulta una lección a los políticos novatos. En lo personal yo he acuñado otra frase que complementa una conocida: “el poder se ejerce, las responsabilidades se delegan”; la cual surgió de aquella que dice: “la soga se revienta por lo más delgado”. Tan, tan.
Otro sí digo. – El alcalde Ahued le apostó a la juventud; se ven jóvenes en muchas áreas de su gobierno. Ojalá no le fallen.
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