Las reuniones en casa de Jeffrey Epstein implicaban tener relaciones sexuales con menores de edad. Es por ello que el príncipe Andrés era asiduo a esas fiestas, en donde conoció Virginia Roberts Giuffre, que en ese entonces tendría 17 años. La joven, años después, acuso al príncipe Andrés de abuso sexual, por lo que Andrés fue degradado por su madre, quien lo retiró de cualquier representación oficial de la Corona. Ahora, un nuevo escándalo se cierne sobre la cabeza del príncipe. Quien fuera su masajista, una mujer de nombre Emma Gruenbaum, quien ahora tiene 50 años, describe al príncipe Andrés como su “cliente más espeluznante y asqueroso”.
Relata la masajista que cuando prestó sus servicios profesionales en las habitaciones del príncipe Andrés, este ya la esperaba desnudo y tocándose sus partes. “Él intentaba abrazarme desnudo, yo tenía que poner mis manos sobre el pecho para apartarlo. Le decía: ‘Yo no doy abrazos’. Era un asqueroso, parece que le gustaba que lo maltratara y un día dejé de recibir llamadas”, relató la masajista al periódico The Sun.
Emma Gruenbaum dice que no duró ni dos meses, unas 6 u 8 ocasiones soportando a ese acosador que le preguntaba cosas íntimas y trataba de meterle mano en cualquier descuido. ¡Antes duró mucho!
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