Entre más se excusa AMLO, más se empuerca. Dice que se confrontará con críticos sin agresiones; pero sí ya agredió a Loret y a Aristegui

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Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB

Pobre del presidente de México. Él, burlándose de sus detractores les ofrecía Vitacilina para el ardor. Pues ahora que alguien le consiga un tubo grande Vitacilina a él, porque se ve que la herida que le causó que dieran a conocer la corrupción e influyentismo de sus hijos, todavía le sangra. Pero no se raja el presidente y dice que, si los conservadores que lo atacan quieren confrontación, pues él los enfrentará, solamente que sin agresiones. Se le olvidan al presidente los insultos a Loret de Mola y las agresiones a la reputación y prestigio de Carmen Aristegui, de quien dijo que engañó durante mucho tiempo con sus reportajes calumniosos.

El presidente sigue excusando a sus hijos, a quienes los exime de ser austeros y los exime de combatir la corrupción y el influyentismo: «Mis hijos no tienen participación en el gobierno, he sido muy claro que el pueblo nos eligió para acabar con la corrupción e impunidad para que no haya amiguismo, influyentismo, ninguna de esas lacras de la política».

Engallado el presidente, como un quijote sin mancha, se monta en su rocinante y levanta la lanza para combatir molinos de viento: «Si existe un bloque conservador, donde se unen todos y tienen su prensa y sus medios, sus intelectuales orgánicos, pues nosotros no nos vamos a cruzar de brazos, tenemos que confrontarnos políticamente, desde luego, sin agresiones, respetando la libertad, pero es muy bueno el debate”. ¿Respetando la libertad? Pero si él es el primero que no respeta la libertad de expresión.

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