Sergio González Levet / Pareciera que el título de esta columna se aleja de una verdad que todos dan por sentada, porque la licenciada Patricia Lobeira de Yunes ciertamente recibió el Ayuntamiento porteño con una administración municipal ordenada, sin problemas, con logros y proyectos. Y por su parte, don Ricardo Ahued Bardahuil tuvo que apechugar en la capital del estado con una comuna totalmente desorganizada, con serios problemas administrativos y de presupuesto, con una ciudadanía harta de la autoridad emanada de Morena y con retrasos considerables en las obras necesarias para la ciudad, en el mantenimiento y en la oferta de los servicios para los ciudadanos.
Pero no es así, porque en un sentido lato, la alcaldesa tendrá que hacer un trabajo muy fino y de grandes resultados para que se note su mano y su presencia en los indicadores de bienestar de la población. ¿Qué se le puede ofrecer a un pueblo que disfruta de buenos servicios, como limpia pública, alumbrado, parques y jardines?; ¿que se mueve por vialidades en estado conveniente, con pocos baches y una movilidad aceptable?; ¿que confía en su autoridad más cercana, la municipal, porque está acostumbrado a interactuar con ella, a que la autoridad se haga presente en las colonias y barrios para escuchar las necesidades de los vecinos?
En cambio, la situación general de Xalapa como municipio está tan deteriorada, y tan enojados están los vecinos con el trato distante y frío que sufrieron del remedo de alcalde que resultó Hipólito Rodríguez, que el amable y eficiente empresario importador se está haciendo notar de inmediato solamente con mostrar su educación, su voluntad de escuchar, su sencillez natural.
En su primer paso como edil (2005-2007), Ahued fue reconocido por la ciudadanía como un gran Presidente Municipal, gracias a su cercanía con la gente, a sus resultados, a su sentido común para aplicar obras y acciones que sirvieran efectivamente y mejoraran sensiblemente la calidad de vida de los habitantes-. Pero ahora, en esta segunda oportunidad que tiene para servir a sus vecinos, se le ve como un salvador de la ciudad, como un héroe que ha venido a rescatar una población emproblemada y una sociedad muy dolida por los excesos de soberbia y corrupción de la administración saliente.
No se equivocaron los más de 115 mil ciudadanos que votaron por Ricardo Ahued y se sienten satisfechos porque han visto mejoras sensibles, inmediatas. Todo estaba tan mal, que lo que bien sabe hacer se hizo evidente desde el primer día, cuando empezó a dejar que los ciudadanos se acercaran a él.
Tampoco se equivocaron los más de 100 mil votantes que tuvo a su favor Patricia Lobeira, pero tendrán que esperar un poco para advertir alguna mejoría, aunque sí se pueden sentir correspondidos porque se mantienen las buenas acciones municipales y ven que hay una continuidad provechosa para Veracruz.
Fernando Yunes Márquez se puede pasear tranquilamente por la ciudad que gobernó por cuatro años.
De Hipólito no se sabe nada acerca de su paradero… ni queremos saberlo.
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