El enfrentamiento entre Ricardo Monreal y Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, al igual que las telenovelas mexicanas en sus mejores tiempos, se ha convertido en un culebrón con impacto y audiencia en todo el país. Sobre todo, desde que el presidente de México salió a darle un espaldarazo a su ahijado putativo. Es bien sabido que el pastor de los senadores no es la “corcholata” favorita del tabasqueño para sucederlo en la silla presidencial, por esa razón, es que algunos especialistas han señalado que nos suena nada descabellado que sea la mano del presidente, la que esté moviendo la cuna de la detención de José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Desde luego que los aparatos de investigación, tanto de Delgado Rannauro y de Monreal Ávila ya cuentan con información de primera mano, no por algo el líder de Movimiento Ciudadano está pidiendo la desaparición de poderes en Veracruz.
Aunque de algo sí podemos estar seguros, la solución a este conflicto será de tinte político. Claro que, por lo pronto, hay una lucha de poderes intensa, por un lado está el presidente y su ahijado putativo, y por el otro Dante Delgado y Ricardo Monreal, junto con un buen grupo de senadores. Por lo pronto, no dejaron entrar el viernes 24 ni a Dante ni a Monreal a la cárcel de Pacho Viejo, en Coatepec, Veracruz.
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