Vargas Llosa se ha convertido en el cuervo de Poe para algunos presidenciables en Latinoamérica. El escritor, que alguna vez quiso ser presidente de Perú y que perdiera las elecciones contra Alberto Fujimori, se fue a España, donde se nacionalizó español al tiempo que se radicalizaba su postura de ultraderecha. Resentido contra la izquierda populista, Mario Vargas Llosa no pierde oportunidad para criticar a los líderes de la izquierda en América, poniéndose siempre de parte de los candidatos de derecha.
Vargas Llosa se puso del lado del candidato a la presidencia de Perú, el derechista José Antonio Kast y Kast perdió. Antes se había puesto del lado de José Antonio Meade en las elecciones de México en 2018, y Meade perdió.
Pero no sólo ellos. Cuando la hija de su exadversario Alberto Fujimori contendió para la presidencia de Chile, Vargas Llosa declaró: «En estas elecciones yo voy a votar a Keiko Fujimori y he pedido a mis compatriotas que hagan lo mismo»; la consecuencia fue que Keiko perdió. Lo dicho, Vargas Llosa es como el cuervo de Poe, que cuando le hacen le pregunta un candidato si ganará la presidencia de su país, Vargas Llosa dice: «Nunca más».
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