Existe constancia que incluso mucho antes de la colonización del continente americano, los nativos tenían una ceremonia que consistía en enterrar sus armas en los periodos de paz o cuando habían llegado a algún acuerdo con el enemigo y, en caso de romperse la tregua y declararse de nuevo la guerra, procedían a desenterrarlas. Eso precisamente está sucediendo entre el presidente de Morena, Mario Delgado, con el coordinador de los senadores, el fogueado Ricardo Monreal.
Resulta que Mario Delgado, desentierra su tomahawk y arremete contra Ricardo Monreal al decir lo siguiente: «Aquellos que creen que su interés personal es más importante que el interés del proyecto de transformación nacional, siempre van a estar inconformes». Pero no conforme con ello, sin decir el nombre del senador, continuó diciendo: «La única encuesta que les gusta es aquella que ganarán, pero firman por escrito que están de acuerdo, que conocen la metodología y que van a respetar. De entrada, son personas que no respetan ni su propia palabra».
Desde luego que se espera que el senador zacatecano acuse recibo de estos dos hachazos y tenga por seguro que, ya entrado en la batalla de las palabras, Ricardo Monreal le pegue una tunda de hachazos a Mario Delgado, que éste le pensará dos veces para hablar en contra de una chucha cuerera que busca la grande en el 2024.
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