Luis Antonio Ramírez, director del ISSSTE, no tuvo un día de campo en su comparecencia ante los diputados; le dieron hasta para llevar, sobre todo cuando lo encaró el diputado Salomón Chertorivsky. El diputado de Movimiento Ciudadano lo señaló como responsable de una hecatombe, de una de las peores gestiones del mundo, donde México presenta la cuarta mayor mortalidad en exceso por la pandemia. Por tal razón, Salomón Chertorivsky urgió a Luis Antonio Ramírez a tomar medidas ante la inminencia de la cuarta ola. «No nos podemos engañar», le dijo.
El exsecretario de Salud mencionó el caso de los maestros, la urgencia de los dos millones y medio de docentes vacunados con Cansino que esperan el refuerzo de vacunas de ARN mensajero. Son su responsabilidad, le dijo el legislador.
Llama la atención que, cuando el diputado le dijo que «Si nos agarra el año con una cuarta ola, se nos va a complicar los servicios de salud» y, en ese momento, reconoció Luis Antonio Ramírez que efectivamente puede haber una cuarta ola. Pues al escuchar el discurso del diputado Salomón Chertorivsky abogando por los maestros, para que éstos sean vacunados con una segunda dosis de refuerzo, se ve una pequeña luz en el camino, para que se acuerden de los maestros. Al menos se agradece que alguien se acuerde de un gremio que ha sido relegado y olvidado por la 4T.
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