Agoniza el PRD; atrás, el “Bola 8”

PRD
Partido de la Revolución Democrática (PRD) FOTO: WEB
- en Opinión

Edgar Hernández* 

Asesinatos, encarcelamiento, persecuciones, recortes presupuestales, amenazas cumplidas y compra millonaria de conciencias de “leales” diputadas del “Sol Azteca” que migran a Morena, tienen al borde de la extinción al Partido de la Revolución Democrática en Veracruz. 

Hoy agoniza el PRD cumpliéndose así el mandato del centro de exterminar todo rastro del partido plataforma que paradójicamente sentaría las bases para llevar a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador y, en Veracruz, en sorpresiva tómbola, a Cuitláhuac García Jiménez a la gubernatura. 

Menos de tres años le llevó a la 4T el proceso de exterminación. 

La postura contestataria y de repetida denuncia del dirigente estatal perredista Sergio Cadena Martínez, crispó los empeños del gobierno por llevar a la muerte súbita al partido que no solamente se convirtió en el baluarte de la izquierda, sino en la opción para millones de mexicanos. 

En Veracruz, del 2018 para acá, el nuevo gobierno, el de la 4T, inició una cruzada destructiva encaminada para arrebatarle al PRD los 42 municipios bajo su tutela, así como despojarlos de los espacios legislativos alcanzados. 

Acciones. 

Madrazo limpio para la militancia; el encarcelamiento y asesinatos para sus candidatos y la compra millonaria de la lealtad de las dos únicas ganadoras de las diputaciones por la vía plurinominal para migrarlas a Morena, fueron el saldo, los vergonzosos trofeos. 

La estrategia se gestó previo al 6 de junio fecha emblemática para consumar el fraude electoral por la vía de la intimidación, la compra de voto y robo de urnas en los enclaves perredistas municipales. 

Así, en la víspera electoral se contabilizaron 101 asesinatos políticos en todo el país, de los cuales Veracruz llevó el cuarto lugar y el PRD la batuta. 

Los hechos se van olvidando al paso del tiempo, pero regresa la memoria el encarcelamiento de Rogelio Franco por el delito de “Ultraje a la autoridad” -el pecado fue rasgarle la playera al un policía ministerial en un forcejeo. 

Ayer se dijo que por tan grave agresión al gorila policiaco le van a dar 27 años de cárcel. 

Regresa también al imaginario colectivo el asesinato de Víctor Manuel Espinoza Tolentino, alcalde de Ixhuatlán, asesinado con cuatro personas más, todo ello sin aclarar. 

Y aún resuena el encarcelamiento del candidato a la Presidencia Municipal de Tihuatlán, Gregorio Gómez Martínez, llevado en una primera instancia al penal de Tuxpan para luego trasladarlo a uno de máxima seguridad en Oaxaca… ¿Oaxaca? 

Los asesinatos de las alcaldesas perredistas Florisel Ríos y Marisela Vallejo Orea, de Jamapa y Mixtla de Altamirano en donde la primera, Florisel, antes de ser ejecutada acusó al secretario de Gobierno, Eric Cisneros, de amenazas. 

Y hace unos días fue aprehendida Norma Azucena Rodríguez, días después de concluir su gestión como diputada federal del PRD. Fue acusada de homicidio. 

Casos sin importancia los han representado las golpizas a perredistas el 6 de junio en el marco de las elecciones para renovar las presidencias municipales y el congreso federal y estatal, en donde militantes de ese partido fueron atacado por las huestes de Morena en las calles de Lerdo, en Veracruz puerto. 

Los atacantes que descendieron de seis vehículos estaban armados provocando la lesión a decenas de perredistas. Nunca se investigó. 

En Papantla, enclave perredista, previo a las elecciones la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública tomaron la plaza y las sedes electorales y en el conteo de votos en donde el registro más alto para 

llevarse la victoria era de 6 mil sufragios, se convirtió en una paliza de 21 votos en favor de Morena. 

El pasado 24 de septiembre el periodista veracruzano Noe Zavaleta revela en amplio reportaje las atrocidades de parte del gobierno del estado contra el PRD. 

Publica en la revista Proceso que “En Veracruz fueron detenidos recientemente varios perredistas que llegaron a ser legisladores, funcionarios o dirigentes del PRD”. 

Sus correligionarios y algunos diputados panistas los defienden y atribuyen al gobierno del morenista Cuitláhuac García actos de persecución política”. 

Así, el 24 de abril pasado la opinión pública conoce la detención del empresario y precandidato a la alcaldía de Minatitlán por la alianza PAN, PRD, PRI, Nicolás Ruiz Roset, acusado de coacción, amenazas y secuestro. 

Lo último. 

Y por si no tuviera suficiente el gobierno con la campaña de exterminio contra ese partido, días atrás se conoció de la extraña migración de las dos únicas diputadas plurinominales del PRD a Morena. 

Lidia Irma Mezhua Campos, hermana del alcalde de Zongolica Juan Carlos Mezhua y Perla Eufemia Romero Rodríguez, hija del exalcalde de Papantla Marcos Romero Sánchez, consideradas en el PRD como las “pirujas” de la política decidieron de pronto migrar a Morena. 

Una fotografía donde se ve a las diputadas sonrientes mostrando un documento en donde también aparece el diputado morenista Juan Javier Gómez Cazarín, deja entrever del lado izquierdo una maleta que despierta sospechas. 

Otra versión habla de amenazas de investigación y cárcel para los hermanos alcaldes y mucho dinero de por medio, lo que provocó el convencimiento de Lidia Irma y Perla. 

Dejémoslo en que estas diputadas solo se convencieron de las bondades de Morena y por ello dejaron al PRD. 

No deja, sin embargo, lugar a dudas las embestida oficial contra ese partido y la oposición misma. 

Ayer el gobernador envió por segunda ocasión, una iniciativa al Congreso del estado para reducir al 50% las prerrogativas a los partidos, recorte que en los hechos pondrá al PRD -a diferencia de otros partidos que sobrevivirán con el 50 por ciento del recorte- en peligro real de extinción. 

Así, con los últimos paletazos de supervivencia del partido de Cuauhtémoc Cárdenas, está a punto de desparecer por los empeños de un resentido. 

Andrés Manuel López Obrador, está encaprichado con exterminar al partido que lo puso en la antesala de la Presidencia de la República y para ello se sirve de una bola de lacayos en Veracruz, entre ellos el más notable -el Bola 8- que con su finura que le caracteriza los extermina a madrazos, cárcel, dinero y muerte. 

¡Que fácil! 

Tiempo al tiempo. 

*Premio Nacional de Periodismo 

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