Armando Ortiz / El gobierno del presidente López Obrador cada día se parece más a los gobiernos que lo antecedieron. El discurso del presidente del cambio ya está gastado y caduco, pues cada acción de gobierno muestra que la 4T lleva a cabo las mismas acciones que tanto deploraba. Por ejemplo, se anunció desde antes de la visita de López Obrador a Nueva York, que iba a haber una porra para esperarlo, y lo sabían porque al parecer operadores de AMLO en la Gran Manzana ofrecieron el pago de 150 dólares a quienes acudieran al hotel Millennium Hilton para lanzarle porras al presidente de México. ¿Acaso se cree usted que los mariachis fueron de gratis? Para nada, la crisis está dura y los mariachis de Nueva York no están para regalar su chamba. Además, el periódico El Universal reporta que varios de los aplaudidores de López Obrador, esos que están en sus mañaneras, acudieron con todo y viáticos pagados: “Los ‘reporteros’ que lanzan alabanzas al presidente durante sus mañaneras anduvieron de paseo por la Gran Manzana los días en que el presidente Andrés Manuel López Obrador acudió a la ONU para encabezar una reunión del Consejo de Seguridad”. En serio, pagar para insuflar el ego del presidente; ¿tan abajo lo tiene?
Quieren el Premio Nobel para AMLO, pero los grandes medios informativos ignoraron su Plan de Fraternidad para todo el mundo
Patricia Arméndariz, la porrista número uno de López Obrador, ya pidió el Premio Nobel de la Paz para el presidente de México. Ella dice que el Plan de Fraternidad para la Humanidad que el presidente propuso en la ONU fue celebrado en todo el mundo, menos en México. ¿En todo el mundo? En una búsqueda que se hiciera en algunos de los medios más importantes del mundo, no se hizo mención alguna del plan de fraternidad que habría de salvar a los pobres del planeta. Ni el New York Times de los Estados Unidos, ni Le Monde de Francia, ni Financial Times del Reino Unido, ni El País de España hicieron eco de las palabras del presidente; lo ingonararon por completo, porque a diferencia de Patricia Armendáriz que quiere el Nobel para AMLO por semejante proyecto, en otros países saben distinguir bien las ocurrencias populistas de las propuestas globales. Ya lo hemos señalado, lo que López Obrador pretende es llevar sus programas sociales a todo el mundo, obligando a los más ricos a dar parte de su patromonio para que los pobres dejen de serlo. Eso no va a ocurrir, porque los ricos son ricos porque no andan de caritativos, y los pobres son pobres porque sus gobierno no les crean condiciones adecuadas para que ellos mismos se busquen el sustento. Regalar dinero a los pobres en México no ha evitado que los índices de pobreza disminuyan, antes bien la pobreza en México sigue aumentando.
¡Pues no que ya se había acabado el huachicol! En abril se robaron 318 mil barriles de combustible
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador empezó con un supuesto combate frontal al robo de combustible de PEMEX, es decir el huachicol. De hecho, en las mañaneras, durante muchos meses, se presentaban las estadísticas y se lanzaba las campanas a vuelo señalando que en la guerra contra los huachicoleros, México iba ganando. Pero de repente, dejaron de mostrar las estadísticas, dejaron de hablar del robo de combustible. Al parecer el gobierno se dio cuenta que el huchicol no sólo era un asunto del crimen organizado, sino de pueblos completos que se dedicaban a eso y que en eso basaban su sobrevivencia. El gobierno de López Obrador se olvidó de su guerra y el huachicol siguió como si nadie lo hubiera combatido. El periódico El Universal informa que el crimen organizado sigue robando combustible, particularmente diesel, que es el mejor se vende entre los transportistas. Reporta El Universal: “De enero a junio de este año, la delincuencia organizada dedicada al robo de combustibles en la red de ductos de la petrolera —aproximadamente 17 mil kilómetros— extrajo, durante el proceso de transporte, un promedio de 229 mil barriles mensuales. Pero hubo meses, concretamente abril, en el que la desviación alcanzó 318 mil barriles”. Con razón en el gobierno de López Obrador ya nadie habla de eso, ya nadie habla del huachicol, una más de las guerras que han perdido.
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