La Catrina de Misantla, no sólo la más alta del mundo, también la más hermosa, la más coqueta

Catrina
La catrina Vendedora de Alcatraces de Misantla, la más grande del mundo FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / En un país donde una de las principales tradiciones es el Día de Muertos, donde cada pueblo celebra a sus difuntos de distinta manera, ¿cómo se puede destacar? ¿Cómo se puede ser diferente y al mismo tiempo respetar una de las tradiciones más ancestrales de México? En Misantla el Día de Muertos no es muy diferente a los que se celebran en otras ciudades, en otros pueblos. En Misantla hay altares decorados con flor de cempasúchil, incienso, alimentos, mandarinas, papel picado, fruta, mole, aguardiente, cantos; en Misantla hay devoción y tradición que se conjuga en una fiesta que va más allá del júbilo, una fiesta que nos obliga a la reflexión. Entonces, ¿qué hace la fiesta de Día de Muertos diferente en Misantla? Desde hace unos años, en la administración del alcalde Othón Hernández Candanedo, se dieron a la tarea de hacer una fiesta diferente, que atrajera a más personas a la ciudad para celebrar las tradiciones del Día de Muertos. Fue por ello que decidieron hacer una Catrina, ese personaje icónico que José Guadalupe Posadas inmortalizara. Pero esta no iba a ser cualquier Catrina, esta tendría que ser la Catrina de Misantla, la más grande de todo Veracruz, de México, del mundo. Apenas va uno cruzando el puente del río Misantla y ya se ve la cabeza de esta enorme figura que se levanta a más de 30 metros, casi 40 metros en la Plaza de la Concordia. En Misantla los artesanos no sólo se ocuparon de hacer la Catrina más grande del mundo, sino también la más hermosa, la más colorida, la más coqueta; con sus trenzas decoradas con flores y su falda larga azul, floreada, con olanes amarillos. Porque nuestras tradiciones nos enseñaron a ver la muerte de otra manera; para los mexicanos la muerte no sólo es duelo, también es fiesta; no sólo es júbilo, también es reflexión. Vale la pena darse una vuelta por Misantla para ver este ejemplar hermoso, que contempla desde las alturas la devoción de los misantecos a sus seres queridos, esos que han partido, pero que se han quedado con nosotros; porque nadie muere de verdad, si los llevamos siempre en el recuerdo.

La muerte de Octavio Ocaña, “Benito”; dicen que se disparó en la cabeza al momento que su camioneta chocó. Difícil de creer

Muchas suspicacias ha generado la muerte de Octavio Ocaña, el actor que a los siete años se hizo famoso interpretando a Benito Rivers en la serie “Vecinos”. La versión de las autoridades es que una llamada anónima reportó que en una camioneta viajaban unos sujetos portando un arma. La camioneta fue localizada por medio de las cámaras del C4. Cuando los policías le hicieron el alto el chofer, que era Octavio Ocaña, aceleró, golpeando algunos autos, incluso una camioneta de valores. En el vehículo viajaba Octavio Ocaña y dos personas más. Los primeros reportes indicaron que el joven llevaba dos días ingiriendo bebidas alcohólicas, por lo que se presume manejaba en estado de ebriedad. Los acompañantes del joven actor señalan que éste sacó un arma de la guantera y al momento de cortar cartucho, por accidente, se disparó en la cabeza, entrando la bala por la barbilla. Los policías del Estado de México, que llegaron cuando aún estaba con vida el actor, aseguran que ellos no dispararon, pero se ve que al momento de abordar a los que se encuentran en la camioneta chocada no tienen cuidado con el manejo de pruebas. Para muchos en redes sociales resulta increíble la versión de la policía, que se basa en los dichos de los acompañantes de Octavio Ocaña. Algunos señalan que el joven tal vez iba amagado y que sus acompañantes eran sus secuestradores; otros aseguran que la policía fue la que disparó y le plantaron el arma (hay un video que muestra eso). Para muchos es difícil creer que el tierno niño actor, que ya era un joven de 22 años, pudiera haberse comportado como un delincuente. Se espera que las autoridades, basados en las evidencias, esclarezcan el caso.

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