Mientras el presidente López Obrador señalaba en su mañanera a la población de que, si no se aprueba la Reforma Eléctrica, las tarifas de luz subirían peor que en España, el gobierno norteamericano, mediante su Departamento de Energía, lanzaba un misil mediático contra el gobierno mexicano al decir que la Reforma Energética azteca resultaba cara y sucia. Desde luego que esta declaración no es cualquier cosa, sobre todo en vísperas de su aprobación en el Congreso Federal.
«Las emisiones de carbono de México, podrían dispararse hasta un 65 por ciento, a la par de los costos de la electricidad si el país aprueba las reformas que otorgan al estado un mayor control sobre el mercado eléctrico», advirtió el Departamento de Energía de Estados Unidos. Estas declaraciones cayeron como un balde agua fría al Ejecutivo federal, ya que inmediatamente acusó recibo.
El presidente López Obrador aseguró que su gobierno está comprometido con el medio ambiente y con la generación de energías limpias, e insistió en que su reforma es benéfica para el país. Por lo pronto, y muy a su estilo, el mandatario mexicano dijo que «si continúa ese desorden, ese caos, sí podemos tener problemas de apagones, de aumentos al precio de la luz», remacho este jueves en su conferencia mañanera. Ya veremos si ésta logra pasar el filtro de un dividido Congreso Federal.
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