AMLO- Bartlett -Durazo: ¿promiscuidad política?

Promiscuidad
Andrés Manuel López Obrador, Manuel Bartlett Díaz, Alfonso Durazo Montaño FOTO: WEB
*MoReNa letrina de cascajos del PRI, PAN y PRD
*Por denostar, presidente ofende a la Constitución

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / EN SU afán de denostar todo aquello que le es contrario o que contradice su tendencia al autoritarismo reproducido de Cuba, Venezuela o Nicaragua, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no duda en llamar “solapadora de promiscuos” a la nuestra respetada Carta Magna, que en su Artículo Noveno sostiene: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del País. No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto, a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”. Pero AMLO, que busca emular a los reyezuelos caducos y trasnochados, llama “promiscuidad política” a una reunión de presidentes nacionales del PRI, PAN y PRD con empresarios como sus odiados: Claudio X González (para quien exigió que la Unión Americana le retirara el financiamiento a la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad que dirige, arguyendo que “ya es el colmo que el gobierno de Estados Unidos entregue dinero a opositores nuestros”. Y es que el pasado 6 de Mayo, López Obrador envió una Carta Diplomática a EU pidiendo información sobre el financiamiento de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) al citado grupo, y jamás recibió respuesta, por el contrario, aquel Gobierno dijo que no retiraría el subsidio) y Gustavo de Hoyos, pero los partidos y los empresarios están en su derecho de reunirse, siempre y cuando no socaven la paz y tranquilidad de la Nación.

PEOR AUN, López Obrador no solo calificó como una “promiscuidad política” la reunión sino que se preguntó: “lo que pensaría el general (Lázaro) Cárdenas, (Adolfo) López Mateos, (Antonio) Gómez Morín (fundador del PAN) Maquío (Manuel Clouthier del Rincon). ¿Qué es esto?, una ´promiscuidad política´ nunca vista, pero esto es por los billuyos”, acusó nuevamente haciendo un arguende sin pruebas, solo porque es el Presidente de la República y puede hacer lo que le venga en gana, ofendiendo incluso a la Constitución que nos rige, y que contempla y aprueba ese tipo de encuentros, a la que veladamente llamaría “solapadora de promiscuos”. Y como demostración de que su Gobierno pierde el tiempo en espiar a los “adversarios” en vez de perseguir a la delincuencia, a la que le permite todo, en su conferencia mañanera difundió una fotografía de un encuentro de los presidentes nacionales del PRI, Alejandro Moreno; del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano con los empresarios Claudio X. González y Gustavo de Hoyos, fundadores de “Sí por México” para ratificar la alianza electoral que formaron en los comicios de este año. “Esta es la foto, es histórica, cuántos años, décadas, hablando de que estaban enfrentados, engañando, cuando son lo mismo, defienden los mismos intereses, pero en fin ya es otra cosa”. Y no conforme con ello, López Obrador recordó que Claudio X González es hijo de Claudio X. González Laporte, “quien es el principal representante de los potentados, que fue asesor de Salinas, ligado al negocio de la privatización eléctrica. Acabo de ver una foto, está Claudio X González, luego el de la Coparmex, y los líderes de los partidos del bloque conservador, una vergüenza”.

PERO AMLO nada ha dicho de la vergüenza que debiera sentir al abrir las puertas de su partido MoReNa a gente que salió del PRI, PRD y PAN en las peores condiciones, y no obstante, los acomodó en puestos claves, como Manuel Bartlett Díaz, aquel secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid que robó el triunfo presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en 1988 tras la caída del sistema electoral, cuando el triunfo favorecía al hijo de Tata Lázaro, y ahora es el director de Comisión Federal de Electricidad, por lo que bien podría cuestionarse ¿qué pensaría el General Cárdenas de semejante promiscuidad presidencial con los traidores de su hijo?. Y es que Bartlett Díaz, de ADN priista, fue secretario de Gobernación en el sexenio de Miguel de la Madrid y secretario de Educación Pública con Carlos Salinas de Gortari, el enemigo más enconado del actual Presidente López. Se le atribuyen la frase “se cayó el sistema” durante el cómputo de los votos que derivaron en un polémico triunfo de Salinas de Gortari, situación que fue calificada por la oposición, encabezada en aquel entonces por Cuauhtémoc Cárdenas, como fraude electoral, pero López Obrador, símbolo del combate contra el fraude electoral (o al menos eso ha querido parecer), hizo caso omiso de ese capítulo de la carrera de Bartlett, quien años después de dejar al PRI se convirtió en el coordinador de los senadores del PT.

OTROS QUE pasaron a formar parte de la promiscuidad política de AMLO son Marcelo Ebrard, quien también emanó del PRI, siendo su mentor político el desaparecido Manuel Camacho Solís, y ambos fundaron el Partido de Centro Democrático (PCD) entre 1999 y 2000. El siguiente paso fue ingresar al PRD para colaborar como secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal con Andrés Manuel López Obrador, quien era jefe de Gobierno. Ebrard se convirtió en el sucesor de AMLO en 2006. En el 2012 intentó ser candidato del PRD a la Presidencia del País pero López Obrador se quedó con la candidatura. Ebrard Casaubón viajó a Francia y luego a Estados Unidos en un autoexilio en medio de un escándalo por las fallas en la Línea 12 del Metro (que finalmente colapsaron provocando la muerte de 26 personas y 80 heridos), la cual se construyó e inauguró durante su gestión como jefe de Gobierno en la capital. A finales de 2017, Marcelo regresó a México para apoyar la tercera campaña presidencial de AMLO, y se convirtió en secretario de Relaciones Exteriores y pieza clave en la relación con él, entonces, gobierno de Donald Trump. Y uno más: Alfonso Durazo Montaño, un verdadero “chapulín” que, también, tiene su pasado priista. Se desempeñó como secretario particular del fallecido Luis Donaldo Colosio, y años después se incorporó al gobierno del panista Vicente Fox, como su vocero. En marzo de 2006, Durazo anunció que se uniría a Andrés Manuel López Obrador en su campaña presidencial, y desde entonces son muy cercanos, y a partir de 2019 fue secretario de Seguridad Pública con el tabasqueño y actualmente es Gobernador de Sonora.

POR OTRA parte, la ley establece que los partidos políticos son entidades de interés público, y tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, fomentar el principio de paridad de género, contribuir a la integración de los órganos de representación política, y como organizaciones ciudadanas, hacer posible su acceso al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, así como con las reglas que marque la ley electoral para garantizar la paridad de género. Y eso solo es posible haciendo uso de otro principio constitucional: la libertad de reunión y asociación política que, de ninguna manera es promiscuidad, por más pasos que el Presidente sienta para la aprobación de sus iniciativas. Así de simple. OPINA [email protected]

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