En otro intento por lavarle la cara a la impunidad, “inmoralidad”, según la Cuarta Transformación, la Fiscalía General de la República emitió un comunicado informando lo siguiente: «Emilio “L” sigue siendo procesado y los tiempos judiciales otorgados para aportación de pruebas terminan el 3 de noviembre. Los procesos contra el acusado y de quienes recibieron los sobornos continuarán con transparencia». Sin embargo, a pesar de estos comunicados, es difícil borrar del imaginario colectivo a un delincuente confeso como Lozoya, quien recibiera millones de pesos en sobornos, cenando pato pekinés en un restaurante de lujo.
La FGR lo que debería hacer, antes que excusar la inmoralidad de la 4T, es echar a andar las 12 denuncias que Lozoya tiene pendientes. Informa Animal Político: «La Fiscalía General de la República (FGR) acumula, sin resolver, 12 denuncias presentadas por diversas autoridades y organismos federales en contra de Emilio Lozoya Austin y de su gestión como director de Petróleos Mexicanos (Pemex), por presuntos fraudes y malos manejos que superan los 20 mil millones de pesos».
Mientras en otros estados, como Veracruz, un ciudadano por oponerse a una detención arbitraria, entra a prisión de manera inmediata. La justicia según la Cuarta Transformación. ¡Inmorales!
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