Justo el día que una juez retiró la tutela que durante 13 años tuvo Jamie Spears sobre su hija, Britney, se estrenó en la plataforma de Netflix el documental “Britney VS Spears”. Un documental que hace un repaso completo sobre el juicio de tutela que el padre de la cantante interpuso con el fin de “proteger” a su hija. Eso ocurrió en 2008, cuando la “Princesa del Pop” padecía los estragos de su divorcio y el hecho de que le quitaran la custodia de sus hijos. Tarde reaccionó Britney, pues no pudo contra su padre, los abogados y jueces que se coludieron para vivir a sus costillas durante 13 años. Britney, según muestra el documental, tenía que pedir autorización hasta para ir a comprar una hamburguesa.
Ella no podía ser representada por un abogado, pues no tenía la capacidad mental para hacerlo; era tratada como una retrasada mental. En algún momento, 11 años después de tener la asfixiante tutela de Jamie Spears, Britney se dirige ante una juez y le dice que las personas que la sometieron a esa situación deberían pagar con cárcel.
Britney describe la situación de explotación que estaba sufriendo, obligándola a trabajar año con año, con contratos en Las Vegas por 5 años y giras mundiales inmediatas. Interesante documental que da una mejor perspectiva a aquellos que siempre quisieron ver a la cantante como una loca; en realidad su padre y cómplices quisieron hacer ver a Britney como una loca.
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