El maestro tiene la obligación de cumplir con su contrato laboral, dependiendo de sus claves de trabajo, si es por horas, semana, mes como los del nivel de secundaria, o de jornada como es el caso de maestros de inicial y primaria. Con la llegada del covid-19, algunas autoridades directivas tuvieron que hacer consenso con los padres de familia para determinar el modelo de enseñanza, ya sea a distancia o presencial. Desde luego que las autoridades federales conminaron a los padres a que sus hijos regresaran a las escuelas, los maestros tendrían que coordinar la limpieza de las escuelas con los padres de familia.
Tanto la Secretaría de Educación Pública (SEP) como sus iguales en los estados, ponen énfasis en un regreso a clases presenciales, y no es para menos, ya que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) estimó que los estudiantes mexicanos podrían haberse atrasado un equivalente a dos años en el nivel educativo. Sin embargo, el protocolo de regreso a clases que propone la autoridad federal da muestras de que la responsabilidad principal recae en los maestros. Además, aún no se ha definido el alcance de considerar al covid-19 como riesgo de trabajo.
Hay evidencia de contagios en maestros y alumnos, sin embargo, las autoridades locales las minimizan. Por tal motivo, la declaración que hace el secretario de Educación de Veracruz, de que los contagios en alumnos y maestros sólo son rumores, es propio de un funcionario que no sabe ni dónde está parado. Ante un regreso a clases presenciales desorganizado, Marilú Acosta, experta en pandemias y exasesora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo: «¿Qué es más importante estar educado o estar vivo?»
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