Zulma siempre tuvo la razón. Finalmente la vacunaron contra el covid. ¿Y a López-Gatell, quién lo vacuna contra la estulticia?

Zulma
Zulma, la niña amparada, recibió la primer dosis de la vacuna Pfizer en Banderilla FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / A la pequeña Zulma González la vacunaron contra el covid la tarde de este 14 de septiembre y todo gracias a Hugo López-Gatell. ¿Por qué decimos esto? La verdad es que el gobierno federal no tenía pensado vacunar a los menores de edad, quizá porque los menores de edad no votan, no son un peligro para la revocación de mandato. Sin embargo, fue la respuesta torpe y discriminatoria lo que obligó al presidente a tomar la decisión de vacunar a los menores, acotando, que estén en condiciones de riesgo, con enfermedades crónicas. La estulticia de López-Gatell al decir que no creía ético que se desviara una vacuna que merecía un adulto, para un menor de edad que no corría mucho riesgo. ¡Pobre pendejo! En alguna ocasión este sujeto tomó la misma actitud con los niños con cáncer, cuyos padres exigían que les dieran los medicamentos para que siguieran su tratamiento. El estulto de López-Gatell dijo que todos ellos, niños y padres, formaban parte de un complot de la derecha internacional para derrocar a su presidente. ¿Se puede ser tan pendejo? ¡Sí! López-Gatell da fe de ello. Zulma siempre tuvo la razón, sus argumentos eran sólidos y con su lucha consiguió no sólo que la vacunaran a ella, sino que consiguió vacunas para millones de niños en situación de riesgo.

Hugo López-Gatell, un apestado en el gabinete presidencial; no lo renuncian porque AMLO no quiere reconocer que se equivocó

Raymundo Riva Palacio, quien sí tiene información directa de los primeros círculos del gobierno, menciona que alguien “apesta a muerto en Palacio Nacional”. ¿Quién es? Pues el estulto de López-Gatell que no deja de cometer pifias, quien no deja de equivocarse, quien no deja de causar molestias al presidente López Obrador. Señala Riva Palacio en su columna de este martes: “El subsecretario se ha colocado en un nivel patético en la defensa de sí mismo, cuando dentro de Palacio, todos, literalmente todos, están volcados en su contra, empezando por el presidente López Obrador”. Y es que en la semana circuló una publicación en la que se aseguraba que por tercera ocasión López-Gatell había entregado su renuncia, pero que el presidente no se la aceptó. Ante ello López-Gatell acudió a algunos medios para que reforzaran su posición ante la opinión pública, señalando que el presidente todavía le tiene confianza y por eso no va a renunciar. Después de esos tuvo que declarar que sí se va a vacunar a menores de 12 a 17 años, cuando días antes dijo que no era ético “desviar” vacuna a menores de edad, porque era quitarle la oportunidad a un adulto. Sobre esto Riva Palacio exhorta: “El presidente debe tomar la decisión de destituirlo. Es cierto que habrá críticas, pero también es cierto que muchos le agradeceremos que haya despedido a un funcionario incompetente antes de que siga causando más daño. Parafraseando un dicho marxista, presidente, es dialéctico rectificar”.

López Obrador reconoce que en su gobierno se han dedicado a enderezar entuertos y a “medio resolver” algunos problemas

Como si fuera el “Caballero de la Triste Figura”, López Obrador dice que en su gobierno se han dedicado a “enderezar entuertos”, labor muy de los caballeros andantes, tal como lo dijera Don Quijote: “Y quiero que sepa vuestra reverencia que yo soy un caballero de la Mancha, llamado don Quijote, y es mi oficio y ejercicio andar por el mundo enderezando tuertos y desfaciendo agravios”. Sin embargo, ¿qué tanto ha enderezado eso que está torcido (tuerto)? El mismo López Obrador lo confiesa: «“Entonces ahora que escribí mi libro hay un capítulo que se llama ‘enderezar en tuertos’ a eso nos hemos dedicado, a medio resolver, porque tampoco ante agravios de esa magnitud se puede lograr una reparación completa del daño, no se puede”. Imagine usted que llama a un plomero para que le resuelva una serie de fugas en su fregadero, regadera y lavabo. ¿Qué pasaría si cuando termina su trabajo el plomero le confiesa que sólo medio resolvió el problema que usted le encomendó? Pues así el presidente, que ni endereza lo torcido ni deshace agravios, sino que sólo se ha dedicado a “medio resolver” algunos problemas. ¿Cómo se le llama a una persona que medio resuelve las cosas? Pues sin lugar a dudas esa persona es un mediocre.

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