Vaya puntada que se aventó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), al develar una placa alusiva de reconocimiento a maestros y a quienes perdieron la vida por el covid-19. En ésta se podrá leer en cada una de las secciones afiliadas lo siguiente: «En homenaje a la heroica generación, que mantuvo viva la Educación Pública en todo el territorio nacional. Por siempre serán ejemplo de vida. A todo el gremio del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que a pesar del confinamiento durante la pandemia, cumplió con heroísmo, la tarea de poner la Educación al Servicio del pueblo de México. A quienes perdieron la vida durante la misión de educar a distancia y a nuestras familias por su apoyo incondicional. Maestro Alfonso Cepeda Salas, Secretario General».
Resulta una acción cínica por parte de alguien que negoció el regreso de los maestros a clases presenciales en medio de una feroz ola de contagios y en circunstancias donde hay escuelas sin baños y muchas veces sin servicio regular de agua.
Si en verdad el SNTE cepedista hubiera querido homenajear a los maestros, debió comenzar por negociar un salario justo y digno, debió haber defendido a los jubilados ante unas pensiones tazadas en UMAs, que dañan su economía y, sobre todo, debió haber exigido garantías de seguridad para este regreso a clases presenciales.
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