Gobierno Federal promueve una encuesta hecha a menores de edad. El 70% quiere regresar a clases presenciales

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Gobierno Federal promueve una encuesta hecha a menores de edad. El 70% quiere regresar a clases presenciales FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / ¿De cuándo acá los menores de edad deciden por ellos mismos? Precisamente, por ser menores de edad la ley los protege para que las decisiones sobre su salud, educación, recreación y bienestar lo decidan los adultos. La ley también debería de protegerlos de esas personas o instituciones que los utilizan para manipular a los mayores. El gobierno federal promueve en redes sociales una encuesta realizada a los menores de edad, niños, niñas y adolescentes. La encuesta fue realizada por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. En esta encuesta, a la pregunta “¿Quieres regresar a la escuela?”, el 70 por ciento de los menores encuestados dijo que sí; el 20 por ciento dijo que no; un 10 por ciento dijo no saber. Otra pregunta que les plantean es la siguiente: “¿Qué te hace feliz de regresar a la escuela?”, el 48 por ciento contestó “estar con amigas y amigos”; el 37 por ciento dijo que “entender mejor lo que me ensañan”; el 26 por ciento contestó “que me den clases”; el 22 por ciento “salir de casa”. Sólo faltó que les preguntaran qué preferían, si verduras o golosinas, a ver qué contestaban. Queda claro que la encuesta es un esfuerzo infame del gobierno por manipular a los padres para que decidan enviar a sus hijos a la escuela en el momento que la tercera ola de coronavirus está en su punto más alto.

López Obrador, “no es mi fuerte la venganza”. Al contrario, sí es su fuerte la venganza, pregunten a Rosario Robles, Loret de Mola, Brozo, Reforma

Desde que iniciara su sexenio el presidente ha tenido una cantaleta que ya cansa: “Tengo otros datos”; “No somos como los otros”; “se acabó la corrupción en el gobierno” y “no es mi fuerte la venganza”. Esto último ha dicho en el caso de Ricardo Anaya, quien está siendo investigado por la Fiscalía General de la República y a quien seguramente le girarán orden de aprehensión. En un mensaje en sus redes sociales el presidente ha dicho: “No tengo nada que ver con la persecución que supone Ricardo Anaya. No es mi fuerte la venganza. Si la Fiscalía y el Poder Judicial lo acusan de corrupción y es inocente, que no se ampare ni huya; que se defienda con pruebas y con la fuerza de la verdad. Ya no es el tiempo de antes: puede haber políticos presos pero no presos políticos”. “No es mi fuerte la venganza” es quizá la más grande mentira del presidente López Obrador. En estos tres años López Obrador se ha estado cobrando fuertes agravios. Que le pregunten a Rosario Robles, a Carlos Loret de Mola, al periódico Reforma, que le pregunten a Brozo y a todos esos empresarios que invirtieron en el aeropuerto de Texcoco. No estamos diciendo que el presidente no tuviera motivos para cobrar afrentas. En el caso de Rosario Robles motivos sobran, pero que no venga a decir el presidente que él es una blanca paloma y que “no es su fuerte la venganza”; los mismos de su gabinete saben que el presidente es rencoroso, muy rencoroso.

FGR va tras Ricardo Anaya, pero a un año de los videos de Pío López Obrador no ha pasado nada. ¡AH, pero ya se acabó la corrupción”

Los videos de Pío López Obrador que se dieron a conocer un 21 de agosto de 2020 fue el golpe mediático que, para muchos, derrumbó el mito del presidente honesto, incorrupto. Estaba claro que a López Obrador lo ayudó Manuel Velasco antes y durante la campaña de 2018. Manuel Velasco, su secretario de Gobierno y David León, quien entregó el dinero a Pío, quedaron bien posicionados en el gobierno de la Cuarta Transformación. Un año tiene que el presidente aseguró que se iba a investigar y que de haber un delito se tendría que perseguir. Claro, antes había excusado las acciones diciendo que todo se trataba de préstamos, de dinero para la gasolina. Un año de los videos y nada se ha investigado, un año de los videos y a Pío nadie lo ha molestado, antes bien Pío pretendía denunciar a Loret de Mola por andar exhibiendo sus corruptelas. Un año de que el tótem de honestidad cayó al suelo y no se pudo levantar. Mientras tanto, como dice el propio Loret de Mola: “Un año en que instituciones del Estado han actuado con prontitud para abrir investigaciones sobre personajes a los que el Presidente considera adversarios”; pero contra Pío nada. Y eso que ya salieron videos en donde David León, el mismo sujeto que entregó dinero a Pío, después le entregó dinero también a Martinazo, el hermano menor del presidente. Pero eso sí, López Obrador sigue diciendo “nosotros no somos como ellos, no somos corruptos”.

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