Desertan 5.2 millones de niños de escuelas en 2 años

Escuelas
Deserción escolar FOTO: WEB
*Si no los rescatan serían enganchados por delincuencia
*Menores y adolescentes se suman a fuerza de trabajo

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / QUIZA DE las derivaciones más dolorosas engendradas por el CoVid19 -y sus variantes Alfa, Beta, Gamma y Épsilon-, además de las muertes y contagios que ha provocado, ha sido la pobreza en millones de niños obligados a desertar de los colegios y sumarse a la fuerza de trabajo en las calles, debido a la pérdida de empleo de sus familiares por el cierre de empresas que el Gobierno Federal se negó a apoyar por el odio ancestral que el Presidente guarda a los empresarios, comerciantes o sector privado, a los que acusa de saquear al País –junto con políticos del pasado- como argumento para generar rencor del “pueblo bueno” hacia ese sector de población. Y es que de acuerdo a cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, además del aumento del 9 por ciento de la pobreza en el País en gran medida como consecuencia de la pandemia, esto trajo otras consecuencias negativas como la deserción escolar y el incremento del trabajo infantil, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En ese contexto, a partir del CoVid19 que dejó sin ocupación a millones de mexicanos, en el País trabajan 5 millones de niños, mientras que la deserción escolar alcanzó los 5.2 millones por crisis económica o fallecimiento de padres, una situación que debería obligar a las autoridades a replantear paradigmas, pues si bien muchos podrían retornar a clases presenciales el 30 de este mes obligados por las Secretarías de Educación Pública y Salud que no se hacen responsable de la salud de los educandos, alguien debería asumir políticas públicas para rescatar a los niños desertores que no lo hicieron porque sean flojos o no les guste la escuela, sino porque deben coadyuvar en el ingreso familiar tan limitado por el cierre de empresas, comercios y prestadores de servicio, además de los despidos en el sector público.

Y ES que si bien el Presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en que la “la verdadera lucha” contra la delincuencia es que las bandas no puedan enganchar a los jóvenes, lo cierto es que su postura se ha quedado solo en el discurso, pues los ejemplos son más que palpables con las cifras que ofrece la OIT con 5.2 millones de niños desertores de primaria y secundaria debido al CoVid19, a los que son comunes ver ahora en los cruceros y en las calles ofreciendo chácharas, los que innegablemente serán carne de cañón para una delincuencia en busca siempre de jóvenes, como estos, olvidados de la mano de AMLO. Porque una cosa es insistir en que el Gobierno Federal ofrece oportunidades a ese sector para evitar que se vean obligados a ser parte del “ejército de reserva” de los grupos de la delincuencia organizada”, y otra muy distinto hacerlo. “Nosotros tenemos que atraer a los jóvenes, quitarles a las bandas, a la delincuencia, a los jóvenes, esa debe ser una tarea fundamental, el que no tengan las bandas de delincuentes un ejército de reserva para las actividades ilícitas, esa es la verdadera lucha contra la delincuencia, contra los jefes de las bandas, el que no puedan enganchar a los jóvenes, y nosotros tenemos que dar esa lucha, palmo a palmo, para que ningún joven se vea por necesidad obligado a tomar el camino de la delincuencia”, y uno le respondería al, Presidente: ¿y que espera señor López Obrador en tomar al toro por los cuernos?

PORQUE ESTE año, aunque diga que tiene otros datos tratando de ser chistorete, el Coneval reportó un aumento del 9 por ciento de la pobreza en el País debido, entre otras cosas, a la pandemia, lo que trajo consecuencias negativas como la deserción escolar y el incremento del trabajo infantil. Y es que según el cálculo de la OIT, la desbandada o abandono de aulas se traduce en 1.6 o 1.7 millones de niños y niñas que ahora trabajan, es decir, si ya había 3.3 millones de niños y niñas en esas condiciones económicas en México hasta diciembre de 2019, con lo anterior se pudo haber alcanzado los 5 millones, un dato que corrobora Juan Martínez Pérez, defensor de los derechos de la infancia a través de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.

APENAS EL 23 de Marzo –en el 27 aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta-, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la Encuesta para la Medición del Impacto Covid19 en la Educación, esto con el objetivo de dar a conocer el efecto por la cancelación provisional de clases presenciales en las instituciones educativas de México, a causa de la pandemia. La ECOVID-ED arrojó que 5.2 millones de personas entre 3 y 29 años no están inscritas en el ciclo escolar vigente (2020-2021) por motivos específicos como: la pérdida de contacto con maestras/maestros, alguien de la vivienda se quedó sin trabajo o redujeron sus ingresos, la escuela cerró definitivamente y carecía de dispositivos tecnológicos o conexión a internet. Los datos que el Inegi reporta están cercanos a lo que ya habían anticipado la OIT y Coneval con el incremento de pobreza. Otro elemento asociado con la educación es que México es el último País de América Latina que sigue intentando regresar a la escuela y no lo ha logrado, ya que en otras naciones se inició el retorno a clases después de la primera ola, pero ninguno lo ha hecho de manera tradicional, que es la presencial, sino con el modelo mixto, de manera gradual y segura.

Y ES que se quiera o no aceptar, un joven que no encuentra las condiciones necesarias para desarrollarse en un ambiente que le es adverso, será presa fácil de los grupos delincuenciales, tanto como en el papel de víctima como de victimario. Lo que es más: cuando la violencia permea al ámbito juvenil puede quitarle su derecho más elemental, como lo es el de la vida. Crecer y desarrollarse en estos ambientes, perjudica terriblemente no sólo el desarrollo de la sociedad, sino de todo un país. Actualmente, pese a los 100 mil integrantes de la Guardia Nacional sin considerar policías Estatales y Municipales, Ejército y Marina, la inseguridad ha sido una de las mayores preocupaciones de la sociedad, aún por encima de otros asuntos igual de importantes, como el bienestar social y económico, ahora mayormente afectado por la Pandemia.

SIN DUDA, la decisión del gobierno de México de regresar a finales de Agosto a clases presenciales es correcta, pues la misma ONU le ha insistido a México, sin embargo, el temor de los padres se debe a que las autoridades no difunden bien dos puntos importantes: no se regresará al modelo presencial al 100 por ciento sino que será con el modelo híbrido y de manera gradual, además de que se debe eliminar la idea de que no va a haber contagio en las escuelas porque, claro que va a haber como lo hay en el gimnasio, en el cine, en las fuentes de trabajo, pero lo que se debe cuidar es que si aparecen sospechas o riesgos de contagio, se suspenden las actividades en ese grupo y no de todo el sistema educativo. Lo otro son las condiciones de miles de escuela debido a una tendencia alucinadora de ahorrar en tiempos de crisis, para demostrar que los otros eran corruptos, aunque se deje a un lado respaldos que son urgentes y necesarios a quienes crean empleos y se destinen recursos a la infraestructura educativa. Así de simple…OPINA [email protected]

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