Los talibanes sumaron en la última semana el control de 17 capitales de provincias de Afganistán, lo cual los está llevando a una catástrofe humanitaria. El avance de la toma de territorio está forzando a miles de personas a dejar sus casas en medio de la propagación del hambre. Más de 250 mil personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde mayo, dijo Shabia Mantoo, de la agencia de la ONU para los refugiados. Además del hambre y el despojo de sus casas, el camino que recorren buscando un buen refugio es peligroso, pues las personas afirman que encuentran artefactos explosivos improvisados en las principales carreteras.
Además, se enfrentan a extorsiones por parte de grupos armados en el camino. Miles de personas se trasladan desde las zonas rurales hacia la capital y otros centros urbanos en busca de refugio, sin embargo, una de las preocupaciones principales de este momento es encontrar Refugio para ellos, puesto que muchos afganos están durmiendo en la calle. Thomson Phiri, del Programa Mundial de Alimentos, en una sesión informativa de la ONU comento:
«Nos tememos que lo peor está por llegar y que la mayor ola de hambre se acerca rápidamente (…) La situación tiene todas las características de una catástrofe humanitaria«. Aunque la situación es más que difícil, las Naciones Unidas informó que no se retirarían, que seguirían apoyando en los esfuerzos de evacuación de la zona.
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