Ante un clima de incertidumbre por los estragos que pudiera causar la tercera ola de contagios por el covid-19 en el país, comienzan a levantarse voces en contra ante el anuncio hecho por el propio presidente de que llueve, truene o relampaguee, las clases ya deben ser presenciales. Se sabe que al menos la sección 7 de Chiapas, sección 22 de Oaxaca, sección 9 de la Ciudad de México, sección 14 de Guerrero, sección 34 de Zacatecas y sección 18 de Michoacán, agrupados en la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), se pronunciaron en rechazo a un calendario escolar 2021-2022 impuesto, así como al regreso a clases presenciales hasta que se garantice las condiciones de seguridad para toda la comunidad escolar.
Los líderes de dichas secciones de la CNTE han señalado que no se niegan a iniciar el ciclo escolar a distancia, ya que consideran, con base a las estadísticas de contagios, defunciones y el semáforo epidemiológico, que no existen las condiciones de seguridad sanitaria, sobre todo porque la Secretaría de Educación Pública (SEP) en año y medio no ha atendido los rezagos en infraestructura en miles de escuela, mínimo en servicios básicos.
Pues, como lo señalamos con anticipación, los maestros no van a permitir que los manden a las escuelas como borregos al matadero sin que antes las autoridades garantizan condiciones de seguridad para alumnos y personal educativo, por lo menos, en lo que respecta a las agrupaciones de maestros incorporados a la CNTE.
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