Los medios de comunicación han estado advirtiendo la imprudencia de regresar a clases presenciales en medio de un contexto de contagios de covid-19 en el estado de Veracruz. Esta mañana, el propio gobernador, quien días atrás había respaldado la postura del presidente López Obrador de que «llueve, truene o relampaguee las escuelas se abrirán para reanudar las clases presenciales», ha reconocido que los hospitales ya se encuentran casi llenos, por lo que recomienda a la ciudadanía que sigan tomando las precauciones debidas ante el inminente peligro de contagio.
Por otro lado, la Sección 32 del SNTE, que por cierto agrupa a la mayoría de los maestros, ahora asume el papel de auditor y verificador para ver si las escuelas se encuentran en condiciones de recibir a los alumnos y al personal educativo para comenzar las clases presenciales. Un “regreso responsable y realista” le ha llamado su líder Alfonso Cepeda, quien sin consultar la voz de sus afiliados, ya dijo que los maestros están listos para el regreso a clases presenciales.
Lo cierto es que muchos padres de familia y mucho menos los niños y adolescentes han sido vacunados. Tal parece que no están bien informados de que en los Estados Unidos, más de mil niños menores de 12 años ya han sido contagiados. Ojalá y que los padres de familia tomen en cuenta el riesgo, antes de mandar a sus hijos a las escuelas.
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