En muchas ocasiones pasó hambre y frío; sufrió la humillación de sus propios compañeros de religión. Sin embargo, dentro del corazón de la etíope nacionalizada holandesa, Sifan Hassan, estaba la llama de correr en las pistas. Llegó como refugiada a los Países Bajos con tan sólo 15 años de edad y con el sueño de convertirse en enfermera. Decidió vivir en Eindhoven, donde comenzó a realizar estudios en el área de la salud, como se lo había propuesto.
«Holanda es mi casa. Etiopía queda atrás, no he vuelto a tener contacto con etíopes desde que me marché», ha declarado esta brillante atleta, que desde que llegó a su nueva tierra se determinó representarla en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, ese sueño estaba a punto de derrumbarse cuando recién había comenzado la segunda serie de los mil 500 metros planos, el gran sueño de Sifan Hassan (28 años) se tambaleó.
400 metros antes de concluir la carrera, se cayó por unos segundos, Sin embargo, la holandesa fue capaz de levantarse después del accidente de la keniata Edina Jebitok y, desde atrás, comenzó a superar a sus rivales sucesivamente hasta ponerse en el primer puesto. Desde ese momento, todos aman a Sifan Hassan, quien está a punto de convertirse en la nueva reina del atletismo mundial.
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