La Consulta Popular era la crónica de un fracaso anunciado. Días antes del domingo 1 de agosto, día de la consulta, los atores políticos del país ya sabían que en esta consulta no se llegaría ni al 10 por ciento de participación. Es por eso qué, participes de repartir culpas, López Obrador y sus secuaces, donde se incluye Mario Delgado, empezaron una nueva embestida en contra del INE. La noche del 1 de agosto el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, dio a conocer los resultados preliminares de la llamada “Consulta para enjuiciar a los Expresidentes”.
Lorenzo Córdova anunció que el porcentaje estimado de participación de la Consulta Popular fue de entre 7.07 a un 7.74 por ciento. En este ejercicio democrático el “Sí” podría obtener un 89.36 a un 96.28 por ciento y el “No” entre un 1.38 a un 1.58 por ciento. Se necesitaba que un 40 por ciento de electores inscritos en el padrón electoral participaran para que la consulta tuviera validez.
Sin embargo, los promotores de la consulta, Morena y el gobierno federal, se quedaron cortos con un 32 por ciento de votantes. ¿Cuánto costó este ejercicio fallido, este rotundo fracaso? Pues nada más que 528 millones de pesos que fueron tirados a la basura.
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