López Obrador, primero dice que hará lo que el pueblo mande; con regreso a clases dice: “No me importa que la mayoría esté pensando en no regresar”

Clases
Andrés Manuel López Obrador FOTO: WEB
- en Carrusel, Opinión

Armando Ortiz / Un ejemplo más de la gran incongruencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien cuando le conviene dice que “el pueblo es sabio”, “el pueblo manda”, “siempre hay que escuchar al pueblo”. Pero ahora, cuando la gran mayoría de los mexicanos no está de acuerdo con que en plena tercera ola de la pandemia de coronavirus los niños y adolescentes regresen a las aulas, el presidente cambia radicalmente de opinión. “Llueve, truene o relampaguee” las clases presenciales regresarán en agosto, dijo el presidente. Pero ahora, al darse cuenta que muchos mexicanos están en contra de esa irresponsable postura, el presidente declaró: «Y yo voy a dar este debate y no me importa que la mayoría esté pensando en no regresar, voy a sostener que es indispensable que se regrese a clases por el bien de los niños, de los adolescentes, de los estudiantes por el bien de los padres de familia, por el bien de todos, por el bien de la educación, del desarrollo del país”. López Obrador dijo que en otros países los jóvenes ya volvieron a las clases presenciales. Sin embargo, a López Obrador se le olvida que en otros países no tienen a López-Gatell como encargado de la pandemia; en otros países no tienen a un presidente que siempre ha desdeñado el uso del cubrebocas; un presidente que ya con la pandemia encima andaba besando niños en sus giras; un presidente que en medio de la pandemia recomendaba salir con la familia a los restaurantes, para que se les quitará el miedo el contagio. Gracias a eso México se acerca ya a los 3 millones de contagios y más de 240 mil muertes por covid, esto según cifras oficiales.

El ORFIS tapadera de los gobiernos. Las Cuentas Públicas una mascarada. Todos los daños patrimoniales ellos los arreglan

El Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz es, desde antes de Lorenzo Portilla, una tapadera de los gobiernos estatales, de las dependencias estatales. Todos los auditores de las dependencias de gobierno saben cómo funcionan las auditorias del ORFIS, esas mascaradas que pretenden hacer creer que hay transparencia y rendición de cuentas. Esos anuncios espectaculares de supuestos daños patrimoniales, ya sea de dependencias o municipios, son parte de una estrategia del mismo ORFIS, quien oferta de esa manera a sus despachos contables para que solucionen ese supuesto desfalco. El ORFIS informa de cierto daño patrimonial que debe ser solventado. Y para solventarlo, el mismo ORFIS tiene sus despachos contables que por arte de magia desparecerán ese daño patrimonial. Así lo hacía Lorenzo Portilla extitular del ORFIS, a quien en audios exhibieron sus propios sobrinos, sobornando a un empresario. Así también debe de estar trabajando Delia González Cobos, actual titular del ORFIS, quien en 2021, apenas está presentado los resultados de la Cuenta Púbica de 2019; así de eficiente la señora. Pero no es que Delia González sea tan morosa como parece, estaba esperado el permiso del gobernador para entregar esa Cuenta Púbica. Así el gobernador Cuitláhuac García podía hacer drama, exigiendo una auditoría a su gobierno, como si le urgiera ser transparente.

“La lectura -decía Borges- debe ser una forma de la felicidad; “Leer por goce es un acto de consumo capitalista”, dice Marx Arriaga, funcionario de la 4T

El escritor argentino Jorge Luis Borges decía: “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca”. Y es que Borges consideraba que la lectura debía ser una forma de la felicidad; es decir, leer es un acto feliz. Si un libro no nos está provocando ese sentimiento de felicidad, mejor pasar a otro. Sin embargo, en la Cuarta Transformación el director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) declaró que “leer por goce es un acto de consumo capitalista”. Marx Arriaga, este pobre cretino que no se explica uno cómo llegó a ser funcionario de la SEP, ve en todo acto de lectura una motivación egoísta y manipuladora. Este sujeto señala que los que leen por diversión son personas que se dejan llevar por las “ideas de consumo” de los mercados; para este imbécil las personas que leen por gusto son personas “automatizadas que no cuestionan su entorno”. Como puede usted ver, basta que un cretino de la 4T llegue a una posición de poder para que se sienta por encima de Borges, Cervantes, Paz, Cortázar, y todos aquellos escritores que ponderaron en sus obras el valor de la lectura.

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