Existe en realidad un bloqueo de Estados Unidos a Cuba; «no puede existir un bloqueo en una isla donde, por ejemplo, se puede tomar Coca Cola»

Cuba
Coca-Cola Cuba FOTO: WEB

Uno de los argumentos que el gobierno de Cuba usa para justificar la pobre situación económica que se vive en la isla es el bloqueo de Estados Unidos al pueblo cubano. Si bien es cierto que las sanciones económicas impuestas por EEUU a Cuba han generado un daño comercial y social importante, también es cierto que ese bloqueo tiene muchos agujeros. Dice el artículo de la BBC: «Sin embargo, para muchos otros la utilización del término «bloqueo» no es más que una estrategia propagandística del gobierno cubano para defender su posición ante la medida y auspiciar su levantamiento». Jorge Salazar-Carrillo, director del Centro de Investigación Económica de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), dijo a BBC Mundo que no sólo no es un bloqueo, sino que estamos hablando de «un embargo con agujeros».

Salazar Carrillo se refiere a las limitaciones que tienen estas medidas punitivas y que a lo largo de los años han sido suavizadas o simplemente burladas. En efecto, Cuba mantiene relaciones comerciales estables con otros países, en la última década principalmente con Venezuela y China. Y aunque suene sin sentido, Estados Unidos está entre los cinco principales socios comerciales de Cuba, a la que envía miles de toneladas de productos agrícolas al año. Esto ocurre como parte de las excepciones que existen en el embargo para que el país caribeño reciba asistencia humanitaria que también incluye medicinas, una medida tomada por el presidente Bill Clinton en 2000.

En efecto, el 6,6 por ciento de las importaciones que recibe Cuba llegan desde su vecino del norte. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU. el país norteamericano suministra alrededor del 96 por ciento del arroz y el 70 por ciento de los productos de carne avícola. También exporta a gran escala trigo, maíz, soya y sus derivados. Además, los cubanos en EE.UU. pueden enviar remesas a la isla -unos US$1.000 millones al año- y existen una docena de excepciones por las cuales los propios estadounidenses pueden viajar a la isla como turistas. «No puede existir un bloqueo en una isla donde, por ejemplo, se puede tomar Coca Cola», asevera Salazar-Carrillo para ilustrar los agujeros que existen dentro y alrededor del embargo.

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