Biden responde a AMLO y lo pone en su lugar

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LUEGO DE que el pasado 19 de Mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que el gobierno de Estados Unidos “se ha demorado” en investigar el financiamiento que su administración hace a organizaciones de la sociedad civil en México, ya que, asegura, los recursos se destinan a las campañas electorales, señalando directamente a Mexicanos Contra la Corrupción que, en realidad, dijo, se trata de organizaciones políticas que están en contra de él y de su gobierno, AMLO ya no tendrá que esperar más por la respuesta, pues el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden (que ni por asomo es su “cuate” Donald Trump, y que incluso ha desafiado abiertamente a su homólogo Ruso Vladimir Putin y, por tanto no teme a la votación extraordinaria que obtuvo el tabasqueño en las urnas), le hizo saber a través de un comunicado difundido por la Casa Blanca que la lucha contra la corrupción es un interés central para la seguridad nacional de su País, y su gobierno respaldará a todos los ciudadanos de otros Países que denuncien actos de corrupción. “Estados Unidos predicará con el ejemplo y en asociación con aliados, la sociedad civil y el sector privado para combatir el flagelo de la corrupción. Pero esta es una misión para el mundo entero. Y todos debemos apoyar a los ciudadanos valientes de todo el mundo que exigen una gobernanza honesta y transparente“, sostiene el memorando publicado por la Casa Blanca, a pocos días de que López Obrador sostenga una reunión con Kamala Harris, la vice presidenta de la potencia del norte para analizar temas de migración, y solamente eso, aun cuando AMLO salga con sus chistecitos históricos para hacerla reír, o recurra a alguna frases de Cantinflas como el: oiga usted, ahí está en detalle, tratando de ablandarla.

EL COMUNICADO de Biden es bastante fuerte y pareciera tener dedicatoria al osado vecino que le exige cuentas, solo porque trae tras de si 30 millones de votantes, algo que al estadounidense le tiene sin cuidado, pues con esa carita de bondad que pareciera no romper un plato, ha mostrado fortaleza como respaldar los bombardeos de Israel a la franja de Gaza en Palestina y poner en su lugar al presidente ruso que llego a suponer que tendría en el anciano Presidente gringo un pollito con papas para engullirlo. Joe Biden no tiene un pelo de tonto y menos de suavecito, y en un discurso que no requiere de cartas diplomáticas le responde al intrépido mexicano: “Cuando los líderes roban a los ciudadanos de sus naciones o los oligarcas desobedecen el estado de derecho, el crecimiento económico se desacelera, la desigualdad aumenta y la confianza en el gobierno se desploma” y agrega: “La corrupción corroe los cimientos de las sociedades democráticas. Hace que el gobierno sea menos efectivo, desperdicia recursos públicos y exacerba las desigualdades en el acceso a los servicios (…) impulsa e intensifica el extremismo y facilita que los regímenes autoritarios corroan la gobernabilidad democrática. La corrupción es un riesgo para nuestra seguridad nacional y debemos reconocerlo como tal”, rubrica Biden.

EL DOCUMENTO se publicó este jueves, y en este el gobierno estadounidense instruye a “apoyar y fortalecer la capacidad de la sociedad civil, los medios de comunicación y otros agentes de supervisión y rendición de cuentas para realizar investigaciones y análisis sobre las tendencias de la corrupción, promover medidas preventivas, investigar y descubrir la corrupción, exigir responsabilidades a los líderes e informar y apoyar la rendición de cuentas del gobierno“. También instruye a las agencias federales a hacer de la lucha contra la corrupción una prioridad y solicita que en 200 días se presente un informe con recomendaciones sobre cómo Estados Unidos puede usar mejor sus recursos y asociarse con otros países para combatirla.

EL PRESIDENTE López Obrador ha insistido en que entregar dinero a las organizaciones civiles “no es ilegal en Estados Unidos, pero aquí sí porque todos ellos están en campaña en contra de nosotros. (La denuncia) deberían de hacerla los partidos afectados” (que se sepa no hay ninguna ley que impida que organizaciones civiles reciban dinero del exterior, como ocurre con muchas que son fortalecidas por la organización de las naciones unidades para diferentes programas). Por ello, el pasado 19 de Mayo acusó al gobierno de Estados Unidos de “financiar el golpismo” al apoyar a grupos políticos contrarios al gobierno, y la respuesta no se ha hecho esperar, y ojalá sea solo eso, porque una sanción del gigante del Norte no la aguanta nadie, aun cuando López Obrador busque crear un bloque con Latinoamérica financiándoles programas con dinero de nuestros impuestos que deberían ser derramados aquí, o enviando respiradores artificiales o hasta invitándolos a sus mañaneras con la firme intención de erigirse en un moderno Simón Bolívar, el llamado libertador de América, aunque difícilmente naciones pobres que reciben apoyos del norte se pelearían con Biden para respaldar los argumentos de AMLO.

EN FIN, no fue necesaria otra carta diplomática a Estados Unidos, pues el Presidente ha decidido tomar al toro por los cuernos y ha dicho que seguirá financiando a organizaciones que luchan contra el autoritarismo y la corrupción, como ya lo había adelantado Antony Blinken, secretario de Estado norteamericano, al anunciar el proyecto presupuestal 2022 de Estados Unidos, entregado el viernes antepasado al Congreso de este País, en el que se solicita un 10 por ciento adicional de recursos para el Departamento de Estado y la USAID que, entre las organizaciones civiles que apoya en México se encuentra Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), “lo que permitirá a Estados Unidos liderar los esfuerzos con sus aliados y socios democráticos para apoyar sociedades abiertas y libres, fortalecer las instituciones democráticas, combatir el creciente autoritarismo (ahí le hablan señor Presidente de México) y la corrupción, aumentar el respeto a los derechos humanos, apoyar a las poblaciones marginadas y fortalecer la capacidad de los socios para proteger la democracia”. Así de simple.

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