Desde el poder atizan inseguridad y violencia

Paz
Escena del crimen FOTO: ARCHIVO
*Crimen busca controlar a los gobiernos locales
*Veracruz Estado más peligroso para políticos

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LO DICE la iglesia católica y otras religiones, la sociedad y hasta los políticos que viven en carne propia la inseguridad y violencia, y todo por la ambición de poder que no les permite dimensionar lo que ocurre en un Estado y País plagado de delincuencia –organizada pero, sobre todo autorizada-, y en ese tenor transcurre un proceso electoral que coloca a la Entidad a la cabeza de semejante incertidumbre. Veracruz, Jalisco y Oaxaca es donde más candidatos han sido asesinados, y por atentados totales Oaxaca, Veracruz y Baja California lideran, sin embargo, Veracruz sigue adelante al observar la cifra de personas asesinadas, con 16. Al revisar por municipio, Acapulco aparece en el primer lugar con cuatro atentados. Sólo en cinco Estados no se han registrado eventos de violencia política, y estos son: Durango, Nayarit, Querétaro, Campeche y Tabasco. Por tipo de víctima se cuentan: 28 funcionarios municipales, 26 aspirantes a elección popular, 17 exfuncionarios, 14 funcionarios federales y estatales, 10 activistas, cinco excandidatos, cuatro periodistas, cuatro líderes partidistas, cuatro militantes de partidos, tres jueces, tres presidentes municipales y 25 de otros rubros de la política. Por porcentaje, 43.2 por ciento de los incidentes de violencia política fue en contra de funcionarios en activo, 32.6 por ciento en contra de militantes y aspirantes a cargos de elección popular, 12.4 por ciento en contra de exfuncionarios y 11.8 por ciento contra activistas y periodistas. Pero insistimos, Veracruz se lleva la corona, y sigue la mata dando.

CON TODO y ello, las campañas políticas avanzan y lo cierto es que el Movimiento de Regeneración Nacional ya no tiene todas las de ganar a pesar de que la instrucción es revisar el pasado de los candidatos de otros partidos con posibilidades de triunfo, ya sea para alguna Presidencia Municipal o diputación Federal o local, y la persecución tenderá a intensificarse en los días y semanas que aún restan para los comicios, lo que no garantiza ningún rasgo de seguridad para nadie. El Gobierno del Estado está más preocupado en presionar el Orfis, a la Fiscalía y a los elementos de seguridad y tránsito para que actúen contra los adversarios que en autenticar la seguridad para todos, que al fin y al cabo la consigna es ganar al precio que fuere.

SON POCOS los abanderados cuyas campañas se ven y se sienten, y entre estas se cuentan la de José Francisco Yunes Zorrilla, del PRI, que más allá del afecto personal al abanderado ha logrado mítines importantes y espontáneos sin recurrir al acarreo; el de Perote es, sin duda, de los activos más importantes que tiene el PRI en el Estado, a tal grado que no solo suma votos para su causa sino para la de los abanderados a alcaldes y legisladores regionales, aunque se debe aceptar que MoReNa aún tiene fuerza en ciertas parte de la Entidad donde terminará por imponerse, ya que el Presidente Andrés Manuel López Obrador no ha dejado de hacer campaña, así como tampoco el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez que siempre trata de imitarlo en todo. En la zona de Xalapa el Movimiento de Regeneración Nacional tiene un indiscutible activo en la persona de Ricardo Ahued que podría arrastrar al triunfo a varios aspirantes de su partido aun cuando ni siquiera hagan campaña.

EN VERACRUZ buena parte de los incidentes los llevan a cabo miembros del crimen organizado que buscan coludirse o controlar a los gobiernos locales –léase alcaldes- para dominar mercados ilícitos, como el huachicoleo, el tráfico de drogas y la extorsión, tal y como se experimenta actualmente en la zona de las Altas Montañas, en el centro del Estado, aunque también en buena parte del Norte y Sur, sobre todo en Tihuatlán, Poza Rica, Tuxpan, Tecolutla, Gutiérrez Zamora y Martínez de la Torre. La violencia política se refuerza por los altos niveles de descoordinación que existen entre agencias de seguridad y niveles de gobierno que dejan vulnerables a autoridades y actores políticos frente al crimen. Y aunque la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez anunció el 4 de Marzo que el gobierno Federal ofrecería protección a candidatos amenazados, y que de acuerdo a las cifras de la dependencia, 117 ya cuentan con protección, lo cierto es que la estrategia no ha logrado una disminución significativa en el número de asesinatos de actores políticos.

POR ELLO no está errada la Iglesia Católica cuando sostiene que en la actualidad en el país se vive un proceso electoral considerado como el segundo más violento de la historia, en comparación con el que se realizó en 2018, a tal grado que a menos de un mes de celebrarse las elecciones más grandes en la historia de México, crece el número de ataques relacionados con las votaciones, “muchos de ellos perpetrados por el crimen organizado o por los propios contendientes”.

DE ACUERDO con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, solo del 4 de marzo al 30 de abril se reportaron 234 casos de amenazas o agresiones a candidatos, 12 de los cuales fueron asesinados. Según el Cuarto Informe de Violencia Política en México 2021 de la consultora Etellekt, de septiembre de 2020 a mayo de 2021 suman 79 políticos asesinados, 33 de los cuales fueron en el periodo de campañas. Esas cifras, dice la Iglesia, ubican al actual proceso electoral como el segundo más violento de la historia, por debajo únicamente de la elección de hace tres años, en la que perdieron la vida 152 políticos, 48 de ellos aspirantes y candidatos”. Y si bien ese tipo de situaciones extremas están muy focalizadas, sí constituyen señales de alarma, por lo que es urgente trabajar unidos, todos los actores sociales, en la reconstrucción del tejido social.

EN VERACRUZ fue secuestrada y liberada tras el pago de un fuerte rescate la ex diputada y ex alcaldesa de San Andrés Tuxtla, Marina Garay Cabada, hecho que se circunscribe en el actual proceso electoral donde cualquier cosa puede suceder, como la riña que escenificaron el candidato de redes sociales progresistas para la alcaldía de Orizaba, Fidel Kuri Grajales y el dirigente Estatal de su partido, Antonio Lagunes Toral, o las agresiones más recientes que han sufrido candidatos a alcaldías que llevan la delantera, incluso, algunos detenidos por portación de armas de fuego, como si el Estado les garantizara su propia seguridad. En fin, las dos últimas semanas de este proceso electoral amenazan ser las más preocupantes, por lo que en Veracruz, de no actuar las autoridades, correrán más ríos de sangre. Al tiempo. OPINA [email protected]

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