«Lo que hizo el Canelo trasciende el mundo del boxeo y del deporte mexicano», señala Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, uno de los tres organismos que avalan al boxeador mexicano Saúl el canelo Álvarez como campeón supermediano. Si los señores que dirigen al Canelo Álvarez creen que porque el pecoso pugilista logró reunir más de 70 mil aficionados al deporte de los puños, el Canelo ya se ganó al público mexicano, se equivocan, sencillamente está cambiando el marketing por la calidad del boxeo.
El británico Billy Joe Saunders viene a ser otro eslabón a modo para que, la máquina de producir dinero, siga llenando los bolsillos de un grupo que ha venido a dañar el boxeo. Es como cambiar un plato de lentejas por algo de mucho más valor. No por algo los especialistas han señalado que con esas peleas, el Canelo Álvarez jamás se ganará el respeto del exigente público mexicano, quien está acostumbrado a ver pelear, durante muchos años, a campeones de la talla de Julio César Chávez, El Dinamita Márquez, El Terrible Morales, Marco Antonio Barrera y muchísimos más que de verdad se fajaban en el ring.
De manera que, siendo honestos, el Canelo Álvarez sólo es un espejismo; nunca ha enfrentado un verdadero campeón y la única vez que enfrentó a un boxeador de calidad, fue al ruso Gennady Golovkin, a quien le robaron la pelea para favorecer al mexicano.
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