Al parecer el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene muy poca gente valiosa. Esto lo decimos porque en los puestos de privilegio siempre coloca a los mismos, gente que no merece el lugar que les proponen. Tal es el caso de Héctor Yunes Landa, quien es repudiado por la clase priista de a pie, esos que les ayudan a ganar las elecciones. Otro caso es el de Anilú Íngram, una mujer que fue diputada en los tiempos de Javier Duarte, quien la hizo presidenta de la Mesa Directiva en el Congreso Local. No entiende el PRI que Anilú sólo trabaja para su proyecto, mantenerse mamando de la ubre.
Por si eso fuera poco, como suplente de Anilú Íngram va Leticia Perlasca, la secretaria de Turismo en los tiempos de Javier Duarte; la misma de quien se documentó su corrupción y conflicto de intereses en Turismo. Gracias al reportaje donde se documentaron los pagos millonarios que ella hacía a las empresas de su pareja sentimental, el periodista Armando Ortiz ganó el Premio Nacional de Periodismo.
Pero no sólo eso. Leticia Perlasca fue quien inventó a Érika Ayala; fue Leticia Perlasca la artífice de las aviadurías en el Cobaev con la complicidad del sindicato de Érika Ayala. Millones de pesos del presupuesto de esa institución se sigue depositando en tarjetas de Banamex que son cobradas por empleados de Érika Ayala; eso también está documentado. Pues estas son las fichas que mueve el PRI, que más bien son “fichitas”.
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