De acuerdo con las más recientes encuestas, de ir en el primer lugar de las preferencias como candidata a la gubernatura de Nuevo León, Clara Luz Flores de Morena pasó a ocupar el cuarto lugar; debajo de Movimiento Ciudadano, del PRI y del PAN. ¿Cuál fue la razón? Clara Luz mintió, su mentira fue con el propósito de ocultar su relación cercana con Keith Raniere, líder de la secta NXIVM, una secta que esclavizaba a las mujeres.
En un video subido a sus redes sociales la candidata de AMLO para el gobierno de Nuevo León se victimiza, dice que «es injusto que mis rivales me hagan cargar con los delitos de un delincuente internacional que hoy está en la cárcel». Pero no fue ese el pecado de Clara Luz, nadie la acusa de esclavizar a mujeres ni de marcarlas en la piel.
El pecado de la candidata de Morena ante los electores fue tratar de engañarlos, tratar de verles la cara diciendo que ella no conocía a Raniere, cuando está documentado que era parte de un círculo íntimo que lo seguía. Además, ella dice que fue engañada como otros líderes y empresarios. Y uno se pregunta: ¿Se puede confiar la administración de un estado a una persona que se deja engañar tan fácilmente?
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