Atrás, en el olvido ha quedado el “escudo protector” de las dos imágenes del Sagrado Corazón de Jesús como amuleto protector contra el covid-19. En meses atrás, el presidente de México dijo: «Estamos tranquilos, y vamos a estar más tranquilos, porque vamos a tener… he hecho todo lo que se va a aplicar en el caso del agravamiento de la crisis, el escudo protector, que es como el detente, es la honestidad, esto es lo que protege, el no permitir la corrupción».
Ahora, en contraste con esa postura, dice otra cosa: «Me voy a vacunar dentro de unos 15, 20 días. Volví a preguntar a los médicos, y también para disipar dudas y sobre todo para que los que tuvieron COVID como yo no esperen tanto tiempo, y dar ese ejemplo, para que se protejan», comentó el presidente López Obrador en la mañanera de este martes 5 de abril.
Lo cierto, es que el primer mandatario azteca se ha caracterizado por su tozudez a usar el cubrebocas. Sólo lo ha usado en pocas ocasiones después de que fue contagiado por el virus. Todavía el día de ayer, el primer mandatario decía que contaba con suficientes anticuerpos tras haber padecido la enfermedad y que, por lo tanto, no se vacunaría. Lo cierto es que el Ejecutivo federal no ha sido un ejemplo a seguir para cuidarse del letal virus que está azotando a todo el mundo.
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