El concepto de flujo de caja se refiere a las entradas y salidas de dinero neto que posee una empresa o proyecto durante cierto período de tiempo. Esta información es clave para conocer el estado económico de la entidad y medir su nivel de liquidez.
¿A qué llamamos Flujo de Caja Neto?
El flujo de caja Neto es la diferencia que se produce cuando restamos los gastos que tiene una empresa a los ingresos que ésta genera. Estos flujos indican si la entidad es solvente o no, es decir si su situación económica es o no sana.
Por otro lado, se encuentran los ingresos netos, es decir el dinero por cobrar. De acuerdo a estos dos conceptos se puede evaluar la capacidad de generar bienes, la calidad de los ingresos y la solvencia de la empresa.
Qué tipos de ingresos y egresos podemos encontrar?
Llamamos ingresos a los cobros de deudas, alquileres, cobros de intereses o préstamos y a las ganancias obtenidas por ventas.
Por su parte, los egresos son aquellas salidas de dinero tales como el pago de facturas, pagos de sueldos, impuestos, intereses o préstamos. Así como también amortizaciones de deudas, compra de materia prima, pago de servicios de luz, gas y agua, entre otros.
La diferencia entre ambos conceptos (ingresos y egresos) será el flujo o saldo neto.
¿Cuándo una empresa es insolvente?
Utilizamos este concepto para referirnos a una entidad o persona que no tiene suficiente dinero en efectivo para liquidar o solventar su negocio. Una empresa insolvente puede derivar en la bancarrota.
Flujos de caja positivo y negativo:
Flujo de caja positivo es aquel que indica el aumento de los activos corrientes. Esto permitirá liquidar deudas, pagar gastos, reinvertir, devolver dinero o enfrentar nuevos desafíos financieros. Este tipo de flujo le otorga confiabilidad a la empresa, por lo tanto aumentarán los clientes y los bancos estarán dispuestos a otorgarle créditos.
Flujo de caja negativo: este tipo de flujo indica la disminución de los activos corrientes de la entidad. Esto significa que la empresa ha gastado más dinero del que ha ingresado.
Otros tipos de flujos de caja
Existen otros tres flujos de caja que desarrollaremos a continuación.
Flujo de caja de inversión (FCI): en este caso, se invierte dinero en un producto que otorgará un beneficio en el futuro. Por ejemplo una maquinaria o un inmueble.
Flujo de caja de operaciones (FCO): este tipo de flujo se refiere al dinero gastado en actividades vinculadas a la entidad.
Flujo de caja financiero (FCF): se llama al dinero utilizado en las finanzas de la empresa. Por ejemplo el pago de préstamos, intereses o la compra de acciones de la compañía.
¿Cómo se elabora un Flujo de Caja?
Para elaborar un correcto Flujo de Caja es necesario recurrir a los libros contables. De ellos tomaremos los saldos de determinado periodo de tiempo y luego podremos establecer y proyectar flujos de caja futuros. Este procedimiento permitirá, por ejemplo, buscar financiamiento, anticipar un déficit monetario, establecer una base sólida para tomar nuevos créditos, reinvertir o proyectar nuevos negocios.
Así mismo, podemos afirmar que un registro detallado de ingresos y egresos nos permitirá obtener un equilibrio entre los costos fijos, variables y el margen de contribución del proceso productivo.
Por consiguiente, el Flujo de Caja nos provee una valiosa información monetaria. La cual nos permitirá tomar las decisiones estratégicas que más se ajusten a nuestra empresa. Por ejemplo, determinar si es preciso reducir gastos o pagar una deuda, reconocer una oportunidad de inversión, pedir financiamiento, entre otros.
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